Cuando se vive en familia hay que tener clara una cosa, lo que uno hace lo va a copiar el resto de la casa, sobre todo cuando hay niños pequeños. Por eso es tan importante inculcar una dieta sana y equilibrada desde la más tierna infancia y toda la familia debe ir en la misma dirección. Además, cuando hay personas mayores en casa, esa alimentación cobra aún más importancia pues una alimentación inadecuada en edades avanzadas puede acarrear muchísimos problemas.
En mi casa nunca hemos comido demasiado mal, o eso pensaba yo, no obstante, empezamos a darnos cuenta de lo mal que hacíamos algunas cosas cuando el abuelo Pedro enfermó y se vino a vivir con nosotros. Servicio Doméstico Sant Pau es una gran ayuda para nosotros, pues nos ayuda mucho en casa, tanto con los peques como con el abuelo Pedro, y fue gracias a una de sus empleadas que nos dimos cuenta de que debíamos cambiar nuestra alimentación.
El azúcar estaba siempre presenta en muchísimos productos que consumíamos a diario, desde en los cereales del desayuno hasta en los yogures o al tomate frito y ahora, con el abuelo Pedro en casa que es diabético, había que tener cuidado con esas cosas. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que nuestra dieta, a pesar de no tomar dulces envasados y otros productos de bollería, o a pesar de no comer fritos, no era tan sana como pensábamos.
Modificamos los productos que comprábamos ligeramente por otros más naturales. Los cereales empezaron a ser de Espelta, sin azúcares añadidos, los yogures naturales, los envasados que compramos ahora en los supermercados son procesados, pero no ultraprocesados, e intentamos que la carne, la fruta y la verdura sea lo más fresca posible. Por ejemplo, los cítricos siempre los compramos en naranjasaldia.es, una cooperativa de agricultores valencianos que envían naranjas, mandarinas, limones y pomelos directamente del árbol hasta tu mesa. Y la verdad es que no sale caro, sino más bien al contrario.
La comida sana puede ser muy sabrosa
Eso sí, tuvimos que borrar ciertas ideas preconcebidas que teníamos en la cabeza, como que comer sano no era sabroso. Al abuelo Pedro se le metió en la cabeza que para comer lechuga con una pechuga de pollo a la plancha prefería comer alfalfa así que intenté demostrarle lo sabroso que podría estar un buen plato combinado de ensalada y pechuga de pollo.
En una tienda de especias online compré varios tipos de especias para carne y me decanté por el “preparado para pollo” para no calentarme mucho la cabeza. Lo que hice fue poner una gota de aceite en la sartén para evitar que se pegara el pollo, a fuego lento lo fui asando, y cuando ya estaba hecho (pero no dorado) añadí las especias y subí el fuego para que se dorara bien por fuera, tipo plancha. Lo saqué justo en su punto.
Luego preparé una ensalada con varios tipos de lechuga, mozzarela, maíz, tomate, pepino, cebolla y una lata de atún, todo bien aderezado con un poco de sal (no demasiada) aceite de oliva virgen extra y vinagre de Módena. Luego le serví el plato, a él y a toda la familia, ¿y sabéis que me dijo después de comérselo entero? Que su nuera cocinaba tan bien que hasta le había parecido una maravilla aquella pechuga de pollo con lechuga.
También he de reconocer que no se puede usar cualquier aceite, ni cualquier vinagre. Todos los ingredientes, al final, aportan un sabor u otro. En nuestro caso siempre compramos el aceite de una cooperativa que conocimos hace años y no hemos cambiado nunca.
Desde entonces he aprendido muchísimas recetas de carnes, pescados, pastas y verduras que se cocinan con ingredientes saludables y están buenísimas. Incluso mis hijos se las comen sin rechistar. Pero lo más interesante es que todos, sin excepción, nos sentimos mejor.
Mi marido ha regulado sus niveles de colesterol algo que no me sorprende, pero que antes no conseguía hacer porque era incapaz de seguir una dieta sana. Mi suegro, el abuelo Pedro, está como un roble según su última analítica y mis hijos crecen felices y fuertes. Yo, además, me siento mucho más ligera y no lo digo solo por los 5 kilos que he perdido sin hacer esfuerzo, solo comiendo bien, lo digo también por cómo me siento. Y todo gracias a abrir los ojos con respecto a la comida saludable y lo que en realidad significa llevar una dieta sana y equilibrada.
Por eso, desde este blog insto e invito a todos los lectores a seguir nuestro ejemplo e informarse verdaderamente de qué es lo que están comiendo para poder actuar en consecuencia. Leer las etiquetas de los productos es una muy buena idea, si lo hacen se sorprenderán mucho.