Hay momentos en la vida en la que nos invade el estrés, la acumulación de tareas y obligaciones, la situación personal de cada cual… No cabe duda de que todos y todas hemos pasado por algo de este estilo, al menos, una vez en la vida. Y creemos que, quien diga lo contrario, miente. Ya sea por estudios, por trabajo o por algún problema ligado a nuestra situación sentimental o familiar… todos y todas hemos estado ya no solo “de bajón”, sino con un montón de cosas en la cabeza que no nos podemos quitar de ninguna de las maneras.
En los párrafos que siguen, os vamos a comentar un caso en particular: el que está ligado a la preparación de una oposición y un embarazo o maternidad que ha empezado hace poco. La verdad es que tiene que ser muy duro estar en una situación así. Quizá estemos hablando de un momento crucial en la vida de la persona que pasa por esta tesitura: compaginar de una manera tan paralela una oposición y los primeros momentos de la maternidad exige muchas horas cada día. Las 24 horas, nos atreveríamos a decir. Seguro que nos vamos desatinados.
Hemos querido saber cómo plantean algunas páginas web una cuestión como de la que venimos hablando y os vamos a mencionar dos de ellas:
- En primera instancia, hablamos de la web Eres Mamá, que pone de manifiesto que no hay nada que indique que es imposible afrontar la maternidad y estudiar una oposición. De hecho, esta es la mejor prueba de que la mujer es un ser hecho a prueba de bombas y que puede conseguir todo aquello que se proponga. Es cierto, eso sí, que se requieren hornadas de sacrificio. Es evidente que eso no lo podemos negar.
- Por otro lado, la página web Ser Padres hace referencia a que sí se puede combinar ambas cosas. De hecho, su texto indica el hecho de que cada vez más madres se han apuntado a una oposición con el objetivo de obtener un puesto de trabajo público. La seguridad en una misma, la organización, evitar el estrés o el agobio o tomarse el error como un aprendizaje son varias de las maneras que se recomiendan para tener éxito en una misión que se puede lograr y que, en ese caso, sería un motivo de orgullo para toda la vida.
Cada vez es más habitual que el grupo de personas que se preparan para una oposición sea heterogéneo. Antes, normalmente era gente joven la que se presentaba a este tipo de pruebas. Ahora, hay personas de todo tipo. Entre ellas, madres que acaban de serlo por primera vez, que tienen a un recién nacido en casa o incluso embarazadas. Los profesionales de Preparadores Valladolid nos han trasladado que han sido muchas las personas que han preparado una oposición de esta manera en los últimos años en España y que el porcentaje de casos de éxito entre este tipo de personas no es menor ni mucho menos que en otros casos.
Una invitación al optimismo
Sí que es verdad que, cuando una mujer se encuentra en una situación como la que acabamos de describir, a veces desiste y deja la oposición de lado. Sin embargo, no es esta la primera decisión que debe ser considerada. Os debemos hacer una invitación al optimismo y lo cierto es que, teniendo en cuenta alguno de los datos que os comentábamos en el párrafo anterior, lo mejor es que lo pensemos dos veces antes de dar por perdida la batalla. Y es que no tiene por qué estar perdida ni mucho menos.
Hay muchos casos de éxito y lo cierto es que, si alguien ha podido conseguirlo, todas las madres lo podrán hacer. Es cierto que cada caso es particular, cada manera de estudiar es particular, cada situación personal es particular, pero no cabe la menor duda de que hay vías de salir airoso de un momento como del que venimos hablando. Los datos refuerzan nuestra tesitura y eso nos hace sentir que debemos continuar animando a esas madres con niños pequeños o embarazadas a que, al menos, lo intenten. Se arrepentirán más tarde o más temprano si no lo hacen.
Estamos en un momento en el que la vida nos conduce a pasar los días comprendidos de lunes a viernes fuera de casa, prácticamente. Los horarios de trabajo no son los mejores y, aunque hay intentos por parte de las autoridades públicas para hacer posible que exista una mayor conciliación de la vida pública y la privada, lo cierto es que queda mucho por avanzar en ese sentido. Obtener un puesto público es una manera de dar carpetazo a ese tema. Es uno de los tesoros más preciados en España. Merece la pena que luchemos por él.