Existen momentos en la vida de una mujer que, a pesar de ser de los más excitantes, constituyen una buena fuente de problemas y de asuntos a los que nunca antes nos habíamos enfrentado. La falta de experiencia en diferentes ámbitos de la vida hace que sea necesaria una ayuda y un consejo que nos permita enfrentarnos al problema o adquirir la solución al mismo. Son momentos en los que por regla general predomina el agobio y en los que hay que tener la cabeza fría y centrarnos al 100% en satisfacer nuestros intereses.
Tener un hijo es una de las situaciones que estábamos describiendo en el párrafo anterior. Sobre todo si se trata del primero de una persona o una pareja. La cantidad de problemas que implica esta nueva vida es muy grande, y no solo tienen que ver con los problemas físicos que implica el dar a luz. Tener un hijo o hija es, desde el punto de vista legal, una tortura para muchas parejas que ahora deben tener en cuenta que su situación ha cambiado y han de atenerse a otras normas que no tienen nada que ver con el tipo de asuntos a los que se han enfrentado a lo largo de su vida.
Un asunto del que tenemos que estar muy pendientes cuando tenemos un hijo es de todo lo relativo a los tributos e impuestos del año en cuestión. Según nos han contado desde una entidad como Trámites Fáciles Santander, hay muchas personas que, al no manejar la información adecuada, no saben que tienen el derecho de solicitar, por poner un ejemplo, la devolución del IRPF de la baja por maternidad. Este es un problema que es muy común a día de hoy pero que tiene una solución bastante más fácil y que consiste en consultar a través de Internet los derechos con los que se cuenta en un periodo como este, así como encontrar a través de la red a la persona que nos pueda ayudar en este sentido.
La natalidad española, por los suelos
Teniendo en cuenta la cantidad de problemas que existen al respecto, muchas personas piensan que es lógico que la natalidad se haya reducido de un modo bastante importante de un tiempo a esta parte. Según los datos que maneja la página web Datosmacro, en España en 2017 nacieron casi 392.009 niños, algo que, teniendo en cuenta que hemos llegado a estar en 500.000 al año, habla a las claras de un descenso en la tasa de natalidad que es de lo más preocupante.
Las causas de esta situación han sido varias. En primer lugar ha tenido mucho que ver la incorporación de la mujer al mundo laboral, algo que desde luego era necesario y justo. En segunda instancia, las diferentes crisis económicas en las que nos hemos metido en las últimas décadas ha limitado mucho a las familias y les ha hecho pensar en la inconveniencia de tener más hijos. Finalmente, la cantidad de trámites legales y problemas para encontrar una compatibilidad ideal en el trabajo han sido otros dos de los factores determinantes que han propiciado este descenso.
En España la situación es la de que estamos perdiendo población a pasos agigantados. Según un artículo publicado en la página web de RTVE, nuestro país registró 32.000 muertes más que nacimientos en el último año. Y lo peor de todo es que teniendo en cuenta que cada vez se tienen menos hijos y de que la población está cada día más envejecida, esa cifra tiene todas las papeletas para seguir creciendo si no se le pone un remedio a gran escala. Eso sí, huelga decir que la situación es parecida en muchos de los países de nuestro entorno.
Desafiar los problemas es imprescindible para retomar la ilusión
Es evidente que hay muchas cuestiones a tener en cuenta en el momento en el que se tiene un hijo o hija. Pero son cuestiones que tienen una resolución y que no le llegan ni a la suela del zapato a todos esos sentimientos que despierta el ser madre o padre. A nadie le gusta el papeleo que implica tener un hijo y que puede hacernos llegar a la desesperación. Pero es algo habitual y que se resolverá en un periodo corto de tiempo. Nuestros hijos e hijas, en cambio, lo son para toda la vida y eso no tiene precio.
Nadie tiene puestas muchas esperanzas en el futuro en lo que al número de nacimientos se refiere. Quienes aquí escribimos, sí. Confiamos en que todas y cada una de las personas que estáis leyendo esto tenéis la capacidad suficiente para tratar de resolver cualquier cuestión que esté directamente relacionada con el nacimiento de uno de vuestros hijos o hijas. Y si no lo creéis así, podréis encontrar el apoyo tanto de profesionales especializados como de vuestras familias. Pero no renunciéis al sueño de ser madres y padres.