Desde el primer momento podemos estimular a nuestro bebé de manera auditiva, visual, táctil y motora, para asegurar así su desarrollo correcto.
En estos primeros días de su vida, el bebé solo come y duerme, por lo que habrás de aprovechar los momentos en que esté despierto e inactivo para:
① Hacerle mimos y besarlo (fomentarás el desarrollo afectivo).
② Acaricia sus manos y pies para que conozca los límites de su cuerpo.
③ Háblale en voz suave y cuéntale lo que ocurre o lo que vais a hacer.
④ Cántale canciones (el desarrollo del sentido musical es muy importante para su afectividad, su inteligencia y su creatividad).
⑤ Coloca juguetes móviles sobre el lugar donde duerme y ofrécele un sonajero.
⑥ Llévalo a pasear por distintos lugares, asegurándote de que no pierda nunca el contacto visual o táctil contigo. Tu hijo reconocerá espacios, colores y olores nuevos.
⑦ Las visitas que vengan a ver a tu bebé constituirán una estupenda oportunidad para que el recién nacido empiece a distinguir diferencias entre tonos de voz y estados de ánimo.