Seguro que lleváis escuchando mucho tiempo que el deporte tiene una infinidad de beneficios para el cuerpo humano y también para la salud mental de las personas. Se trata de una afirmación que han corroborado expertos en la materia y que no puede ser puesta en duda por parte de nadie. Por tanto, las personas tenemos que procurar hacer todo aquello que esté en nuestra mano para dedicar parte de nuestro tiempo a la práctica de ejercicio físico. La suerte que tenemos en este sentido es que existe una variedad muy amplia de deportes y que podemos ajustarnos al esfuerzo que queramos realizar y al tipo de deporte que nos resulte más divertido. Así que no hay ninguna excusa para no hacer ejercicio. ¡Manos a la obra!
Resulta interesante comprender cómo el deporte nos puede ayudar en según que fases de nuestra vida. Por poner un ejemplo, es elemental que estemos acostumbrados a practicar deporte si queremos ser madres en un futuro. La explicación es bastante simple: en un cuerpo que esté sano es mucho más fácil el embarazo y está sometido a menos riesgos, así que tenemos que hacer todo lo que se encuentre en nuestra mano para garantizar que nuestro cuerpo está preparado al 100% para un momento tan importante como es el del embarazo y el posterior parto.
Por tanto, las mujeres debemos tomarnos muy en serio todo lo que tenga que ver con la práctica de deporte. Es verdad que hemos vivido durante muchos años en una sociedad en la que parecía que el deporte era solo una cosa de hombres, pero las cosas están cambiando principalmente porque hay muchos equipos nacionales de mujeres que han tenido un éxito tremendo. La selección femenina de fútbol es la actual campeona del mundo y la selección femenina de baloncesto ha conseguido varios títulos europeos. Eso por no hablar de grandes éxitos a nivel individual, como los de Mireia Belmonte, Lydia Valentín, Carolina Marín… que son heroínas de nuestro deporte y que de alguna manera han sido las instigadores de ese cambio de conciencia que la sociedad demandaba.
Os quiero hablar de mi caso particular y del tipo de hábitos que empecé a adquirir una vez que tuve claro que, en un futuro, quería ser madre. La verdad es que durante mi infancia y adolescencia no solía practicar deporte con regularidad. Pero cuando tuve claro que quería ser madre, pensé que debía involucrarme en lo que al deporte se refiere. Pesaba más de la cuenta y ya me habían advertido que eso podía suponer un peligro en caso de que me quedara embarazada. Por tanto, necesitaba quitarme algunos kilos y no hay una mejor manera para conseguirlo que haciendo deporte. Decidí salir a correr de manera regular y también practicar algún deporte en equipo para socializar con otras personas, que es uno de los grandes beneficios que tiene el deporte a nivel mental. Pronto, me decanté por acudir dos veces por semana a jugar al baloncesto en una cancha callejera que tenemos en el barrio. Entre eso y el running, conseguí perder bastantes kilos en una cantidad bastante reducida de tiempo.
La experiencia fue muy divertida porque el deporte es así. Pronto me sentí integrada y comencé a adquirir el hábito de practicar ambos deportes, lo que me permitió sentir que cada vez me cansaba menos. Eso siempre ayuda a ejercitar el cuerpo, para qué nos vamos a engañar. Si hacemos un esfuerzo titánico todos los días y empezamos a sentirnos muy cansadas, es lógico que terminemos abandonando la actividad que hemos empezado. Pero no fue mi caso, la verdad. Y me siento muy afortunada por ello.
Pero no todo podían ser buenas noticias. La práctica deportiva hace que haya algún problema físico de vez en cuando, ya sea por alguna lesión que nos hemos hecho accidentalmente nosotras mismas o por un golpe que nos hemos llevado en algún lance del juego. Son cosas que pueden pasar y que, tarde o temprano, pueden aparecer. En mi caso, tuve a lo largo de todo ese tiempo esguinces por repetición y fascitis plantar. Como mi intención era continuar haciendo deporte una vez que me pudiera recuperar, acudí a un centro que estuviera especialmente preparado para atender a personas con lesiones deportivas en los pies. Opté por esta clínica del pie en Valladolid, Podoavant, precisamente por eso y pronto estaba de nuevo haciendo deporte para que mi cuerpo estuviera perfectamente preparado para concebir a un niño o niña.
Y mis deseos se convirtieron en realidad. Me quedé embarazada unos meses después de haber salido de esa lesión y la verdad es que, en ese momento, me sentí especialmente afortunada por haber hecho deporte todos los meses anteriores puesto que el médico me confirmó que más sana no podía estar. La verdad es que la sensación que supone saber que vas a ser madre y que tu cuerpo va a responder perfectamente a esa situación de embarazo proporciona una alegría bestial que apenas puedo definir. Pocas veces me he sentido más alegre y también más orgullosa de la preparación con la que he estado esperando este momento.
El embarazo transcurrió sin mayor dificultad. Si estás sana, solo basta que tengas cuidado con algunas pequeñas cosas para que no haya ningún tipo de problema. El parto transcurrió sin asuntos negativos que destacar y la verdad es que considero que la experiencia fue absolutamente increíble, mucho más de lo que siempre me había imaginado y menos peligrosa, que al final era siempre el miedo que había tenido a quedarme embarazada. Todavía no lo he hecho porque sigo asimilando cómo ha ido todo en los últimos tiempos y porque todavía estoy criando a esa niña tan perfecta que he traído al mundo, pero mi pareja y yo no descartamos en absoluto volver a repetir todo este proceso en algún momento. A fin de cuentas, todavía somos muy jóvenes.
Porque el deporte también es cosa de mujeres
El deporte también es de las mujeres. Durante una infinidad de tiempo, se ha considerado que este tipo de actividad era siempre una cosa de hombres, pero la realidad está demostrando que ya se encuentra lejos de ser así. Buena parte de las medallistas olímpicas son mujeres, un gran porcentaje de los éxitos que se cultivan entre los equipos españoles son de mujeres y buena parte también de los reconocimientos que la sociedad está empezando a realizar es a mujeres que son deportistas y que no solo han conseguido un hito deportivo, sino que también han abierto el camino para que otras chicas más jóvenes puedan practicar la disciplina deportiva que más les guste.
El hecho de que el deporte sea de las mujeres también se está viendo en el porcentaje de féminas que practica algún deporte. Según una noticia publicada en el diario Heraldo y que hacía referencia a la Encuesta de Hábitos Deportivos del año 2022, las mujeres que practicaban deporte ya superaban por primera vez el 50% en el interior de nuestras fronteras. En concreto, el porcentaje era del 51’8%. Y lo mejor de todo es que la tendencia sigue siendo al alza, lo cual nos va a permitir firmar porcentajes mejores que ese y hacer que el deporte femenino cada vez sea más visible en una sociedad como la nuestra, que ha cambiado y que va a seguir haciéndolo durante muchos años más.
Hay otro interesante estudio estadístico sobre el deporte de la mujer en el interior de nuestras fronteras y es el que compartimos con vosotros y vosotras a través del portal web Statista. En él, se indica que Cataluña es la comunidad autónoma que cuenta con una mayor cantidad de licencias federativas femeninas, con casi 185.000, lo cual es una barbaridad, un registro que nunca antes se había visto. Por otro lado, se indica que el baloncesto es uno de los deportes que más sensación causa entre las mujeres (como fue mi caso), con un total de 138.000 licencias, un número que nunca antes se había alcanzado. Finalmente, el estudio cifra en 2.299 las mujeres que pueden ser consideradas deportistas de alto nivel en España, mujeres que, como las demás, son un verdadero orgullo para nuestro país y a las que hay que seguir animando a practicar deporte.
El deporte es una actividad para todos y para todas. Y además, en el caso de las mujeres, es algo que puede ayudar de una manera realmente importante en un momento de la vida como es un embarazo, en el que tenemos que llegar perfectamente cuidadas y con los menores riesgos de padecer cualquier enfermedad. El deporte es bueno para perder peso, para prevenir el cáncer y para tener una buena salud cardiovascular. Es bueno para muchas más cosas, por supuesto, pero solo con las que acabamos de mencionar ya haremos que una fase de la vida como lo es el embarazo sea mucho mejor, más llevadero y que presente una menor cantidad de dificultades. Es hora de empezar a hacer deporte o de seguir haciéndolo si ya habíais empezado.