Hace un par de meses falleció la madre de mi marido quien, en un intento por agraciar a sus nietos, hizo testamento hace unos años dejando todos sus ahorros y dos viviendas que tiene en Madrid a sus hijos, y una tercera vivienda, en la Costa del Sol, a sus nietos. Al principio yo pensaba que esto no era posible, que tenían que heredar los hijos sí o sí, pero por lo visto si tus descendientes directos heredan “la legítima”, puedes dejar en herencia el resto de tus bienes a quien tú desees.
Mi suegra tenía 3 nietos, mi hijo y las hijas del hermano de mi marido, por lo que dividió el apartamento de la Costa del Sol en tres partes iguales de las que ahora son propietarios los tres niños, lo cual es un lío de aúpa.
Por un lado, los niños, al ser menores, deben disponer de un tutor legal que proteja sus intereses y su bienes, y por otro lado, como sólo disponen de una parte del inmueble, a no ser que se pongan de acuerdo los tres, no pueden hacer absolutamente nada con él: ni vender, ni alquilar, ni reformar… sólo pagar facturas (IBI, basuras, luz, agua, comunidad, etc.)
Tras informarme con un abogado de herencias, me ha sorprendido averiguar que son muchos los niños menores que heredan todo tipo de bienes inmuebles y que, normalmente, no son herederos únicos. Debido a ello, muchos tutores legales intentan llegar a un acuerdo con el resto de las partes para poder llevar a cabo alguna acción que les permita obtener algunas ganancias o, como mínimo, no perder dinero, tal y como ahora mismo nos está pasando a nosotros. El problema, lógicamente, llega cuando no hay acuerdo.
¿Qué hacer si no hay acuerdo?
Para empezar debemos tener clara cuál es la definición de proindiviso. Se trata, básicamente, de la parte de algo que te pertenece y que no es divisible del resto de las partes de esa misma cosa. En otras palabras, que como un inmueble no se puede dividir en partes iguales para que cada uno haga lo que quiera con su herencia (como sí ocurre con el dinero), esa parte que heredas se llama proindiviso, que quiere decir indivisible, y debes estar de acuerdo con el resto de herederos en lo que queréis hacer con el inmueble o, de lo contrario, no podréis hacer absolutamente nada con él ¿O sí?
Por lo visto, debido a esta situación en la que muchos herederos, menores o no, se han visto inmersos durante años, de un tiempo a esta parte han proliferado innumerables empresas especializadas en la compra-venta de proindivisos, como Proindivisos Levante, a quienes he recurrido yo. Ellos comprarán la parte de la herencia que te corresponde y te darán el valor de la misma y, de este modo, es esa empresa la que pasa a ser la propietaria de ese proindiviso y la que, a partir de ese momento, debe llegar a un acuerdo con el resto de familiares.
En nuestro caso ha sido todo un acierto recurrir a ellos porque mi cuñado no quiere vender la vivienda que han heredado los niños porque es un apartamento de playa que quiere conservar, también en parte como recuerdo de su madre. Yo lo entiendo, por supuesto, pero mi hijo tiene ahora mismo 3 años, no va a asociar el recuerdo de su abuela a esa casa ni por asomo, y lo único que nos aporta la vivienda son gastos. Ahora, como los dueños del proindiviso de mi hijo es la empresa especializada, mi cuñado será con ellos con los que tenga que tratar, y a mi hijo le hemos abierto una cuenta en el banco a su nombre con el dinero que ha generado la venta de su proindiviso. La solución perfecta si no quieres tener “broncas” con el resto de familiares ¿no?