Nunca es tarde

Siempre me gustó estudiar, pero las condiciones económicas familiares eran complicadas y me tuve que poner a trabajar antes de tiempo. Si a esto le sumamos que con 23 años fui padre, pues tuve que dejar a un lado mi gusto por el estudio.

Es algo que siempre echaba de menos, ya sabéis el poder tener más cultura y haber ido a la Universidad como algunos de mis amigos. El tiempo no podemos modelarlo a nuestro antojo, pero lo que si podemos es buscar tiempo debajo de las piedras e intentar ahora que los niños ya son más mayores seguir con mi sueño.

Yo dejé los estudios en el instituto, así que, si quería estudiar en la UNED Derecho, mi opción era apuntarme al Acceso a la Universidad para mayores de 25 años por la UNED. La opción más sensata y posible para todos los que trabajamos y no podemos ir a la Universidad.

Para que mi preparación fuera lo mejor posible y contara con las mayores posibilidades de éxito me apunté a una academia de la que me hablaron bastante bien : Centro Universitario San Bernardo, céntrica y a unos previos razonables me han ayudado en las asignaturas que más me costaban aprobar, que no eran pocas.

Lo que está claro es que con ánimo y perseverancia todo se logra, si además le juntas con la ilusión que tenía en poder estudiar una carrera pues mejor que mejor. El curso ha sido complicado, pero entre mi esfuerzo y lo que me ayudó la academia a la hora de adquirir los necesarios hábitos de estudio, he conseguido terminar y tener mi título con el que puedo acceder ahora sí a la UNED.

Si se quiere se puede

Ahora que tengo la posibilidad de poder decir que estoy estudiando el Grado de Derecho, no sabéis la ilusión que me hizo la semana pasada ir a la librería de la UNED y ver los libros que tenía que comprar, Ahí estaba yo como si fuera un colegial, de hecho, me acerque a una papelería y terminé comprando media tienda.

Me lo he tomado muy en serio y quiero ir año por año. Sé que no es fácil, pero voy a intentarlo con todas mis fuerzas, lo peor es que quizás tenga que aparcar algunos de mis hobbys y bajar algunas veces menos al bar con los amigos para ver los partidos de Liga o Champions, pero el fin justifica los medios y es algo que siempre he querido hacer así que…

Aunque suene un poco fuerte, el contar con un título universitario reforzaría mi autoestima, sé que es tontería y mi mujer muchas veces me lo dice, pero soy de esas personas que, aunque le fue muy bien a nivel laboral, siempre ha mirado a los universitarios con envidia, quizás porque es algo que a mí me hubiera encantado hacer y que las condiciones familiares no me permitieron llevar a cabo.

Ahora que pienso luchar por lograr mi sueño y aunque sea cercano a los 50 poder decir que tengo mi título de Derecho aunque probablemente nunca llegue a ejercer, pero la satisfacción que voy a tener no me la quita nadie.

Lo bueno de haber tenido el curso de acceso es que tengo pillado el truquillo y el hábito de estudio, por lo que no me será tan complicado a la hora de estudiar, lo mismo que el método de la UNED.

Si realmente tenéis ganas de sacaros una carrera o hacer el acceso a la Universidad, no puedo hacer otra que animaros, es una experiencia enriquecedora, no exenta de esfuerzo, aunque todos los que tenemos una cierta edad sabemos que en esta vida sin esfuerzo hay pocas cosas.

Mi padre también estudió en la UNED y siempre me dijo que ahora era más fácil con Internet, puesto que en sus tiempos era todo vía correo y quitando unas clases, lo demás era todo muy solitario. Así que aprovecharemos los recursos que nos dan para “subir” los innumerables puertos que nos esperan para poder llegar a la cima.

Espero que haberme apuntado a diez asignaturas no sea demasiado y pueda con ello, aunque como ya os he dicho ganas no me quedan. Los niños y mi mujer me animan, así que ¡a por ello!

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