El embarazo es una etapa en la vida de la mujer que trae consigo numerosos cambios hormonales y fisiológicos, algunos de los cuales pueden afectar la salud bucal. Durante este periodo, es común que las mujeres experimenten problemas en dientes y encías debido al aumento de los niveles de estrógenos y progesterona, lo que puede alterar la respuesta del organismo a la acumulación de placa bacteriana y favorecer la aparición de enfermedades bucales. Además, la alimentación, los vómitos frecuentes en el primer trimestre y los cambios en la composición de la saliva pueden influir negativamente en la salud dental.
Uno de los problemas más frecuentes durante el embarazo es la gingivitis, una inflamación de las encías que se presenta con enrojecimiento, sangrado y sensibilidad. Este trastorno ocurre porque las hormonas aumentan la respuesta inflamatoria del cuerpo ante la placa bacteriana, lo que hace que las encías se tornen más propensas a la irritación. Si no se trata adecuadamente, la gingivitis puede evolucionar a periodontitis, una enfermedad más grave que afecta los tejidos de soporte de los dientes y puede provocar su movilidad o incluso la pérdida dental. Además, algunas investigaciones han asociado la periodontitis con un mayor riesgo de partos prematuros y bajo peso al nacer, lo que refuerza la importancia del cuidado bucal durante el embarazo.
Otro problema frecuente es la caries dental. Durante la gestación, los cambios en los hábitos alimenticios, como el aumento en el consumo de azúcares o la mayor frecuencia de comidas, pueden propiciar la aparición de caries si no se mantiene una higiene adecuada. Además, los vómitos durante el primer trimestre pueden exponer los dientes a ácidos gástricos que erosionan el esmalte, debilitándolo y haciéndolo más vulnerable a la desmineralización. En estos casos, se recomienda enjuagar la boca con agua o con una solución de bicarbonato después de los episodios de náuseas, en lugar de cepillarse de inmediato, para evitar que los ácidos dañen aún más la estructura dental.
La xerostomía o sequedad bucal también es un problema común en algunas mujeres embarazadas, tal y como nos cuenta el odontólogo Ricardo Zanela de la Clínica dental Smile Line. Él mismo nos recuerda también que este síntoma puede ser consecuencia de los cambios hormonales o de la deshidratación, lo que favorece la acumulación de bacterias y aumenta el riesgo de infecciones bucales y mal aliento. Para combatirla, se recomienda mantener una hidratación adecuada y estimular la producción de saliva con el consumo de frutas frescas, chicles sin azúcar o enjuagues bucales específicos.
Otro trastorno que puede aparecer es el granuloma del embarazo, también conocido como épulis gravídico. Se trata de un pequeño crecimiento benigno en las encías que suele aparecer en el segundo trimestre y que, aunque no es peligroso, puede causar molestias y sangrado al cepillarse. En la mayoría de los casos, desaparece espontáneamente después del parto, aunque si interfiere con la alimentación o el habla, puede ser necesaria su eliminación por parte del odontólogo.
¿Qué otros problemas bucales son habituales en las madres?
Además de los problemas dentales que pueden aparecer durante el embarazo, muchas madres pueden experimentar trastornos bucales que se extienden más allá de esta etapa debido a factores como cambios hormonales, estrés, lactancia y alteraciones en la rutina de higiene oral.
Uno de los problemas más comunes es la sensibilidad dental, que puede aparecer como resultado de la desmineralización del esmalte causada por vómitos frecuentes durante el embarazo o por el consumo de alimentos ácidos y azucarados. Esta sensibilidad suele manifestarse como molestias al consumir alimentos fríos, calientes o dulces y, si no se trata, puede derivar en caries o desgaste del esmalte.
Otro problema frecuente es la periodontitis posparto, que puede desarrollarse si la gingivitis del embarazo no fue tratada a tiempo. Esta afección afecta los tejidos de soporte de los dientes y, en casos graves, puede provocar su pérdida. Además, estudios han señalado que la periodontitis puede estar relacionada con problemas de salud sistémicos, como enfermedades cardiovasculares, lo que hace aún más importante su prevención y tratamiento.
La sequedad bucal o xerostomía es otro trastorno habitual en madres recientes, especialmente en aquellas que están en periodo de lactancia. La falta de hidratación, la disminución de la producción de saliva y el cansancio pueden contribuir a esta condición, lo que favorece la acumulación de bacterias y el mal aliento.
El estrés y la falta de sueño, comunes en las madres recientes, pueden llevar al bruxismo, una afección en la que se aprietan o rechinan los dientes de manera inconsciente, especialmente durante la noche. Esto puede causar desgaste dental, dolor en la mandíbula y cefaleas. En casos graves, el bruxismo puede generar fracturas dentales y afectar la articulación temporomandibular, causando molestias al abrir y cerrar la boca.
También es frecuente la aparición de aftas o llagas en la boca, que pueden ser desencadenadas por cambios hormonales, estrés o deficiencias nutricionales. Estas pequeñas úlceras pueden ser dolorosas y dificultar la alimentación, aunque suelen desaparecer por sí solas en unos días.
Para evitar o minimizar estos problemas, es fundamental que las madres mantengan una rutina de higiene oral adecuada, incluyendo el cepillado con una pasta dental con flúor, el uso de hilo dental y visitas regulares al dentista. Además, una alimentación equilibrada, una hidratación suficiente y estrategias para reducir el estrés pueden ayudar a mantener una buena salud bucal a lo largo del tiempo.