Soy una madre primeriza, así que seguro que, como muchas de vosotras, me paso los días aprendiendo cómo cuidar al pequeño de la casa y sabiendo cosas nuevas acerca de los niños, de aquello que les va bien y lo que les perjudica. Y entre esas cosas, casi a partes iguales, está el sol. Por eso me he ido a esta tienda de toldos en Barcelona, para proteger a mi pequeño.
Y es que hace unos días, viendo que el buen tiempo parecía no querer irse con la llegada del invierno, y también porque mi hijo está aprendiendo a caminar y no siempre lo localizo donde yo quiero, acudí al médico para preguntarle acerca de la exposición al sol del niño.
De mi conversación con él, extraje cosas muy importantes a la hora de protegerlo de la radiación solar, pero también de lo clave que es esta para su correcto desarrollo. Y es que el sol solemos asociarlo a ciertos tipos de enfermedades, como son los cánceres, en concreto el melanoma, el de piel, que tanto nos preocupan, ya que no siempre es posible curarlos.
Además, los niños son más sensibles a la radiación solar, o su piel en concreto, por lo que una exposición prolongada y sin protección puede tener unas malas consecuencias en el futuro. Pero los pequeños solamente quieren jugar, y tienden a hacerlo en los espacios abiertos, por lo que es labor de los padres saber cuidarlos o prevenirlos, ya que ellos no son conscientes de los peligros de una fuerte exposición al sol.
El sol es bueno para todos por su vitamina D, pero en el caso de los pequeños lo es incluso más, ya que esta vitamina ayuda a los huesos y al desarrollo de los niños, algo tan importante en sus primeros años.
Pero la exposición tiene que ser controlada. En mi caso, nosotros acudimos a la tienda de Barcelona Toldos Clot, ya que no podíamos evitar que el niño saliese al patio de la casa a jugar con el perro o con sus juguetes. Por otro lado, hemos hecho también un gran acopio de las mejores cremas de protección solar especialmente fabricadas para niños, escogiendo las más adecuadas en función de si son para el cuerpo o para la cara. Asimismo, hemos comprado también unas gorritas que van con los diferentes colores de su ropa y con muchos dibujitos, para que no le dé reparo ponérselas, ya que a los pequeños no les suele gustar llevar nada en la cabeza. Además, en la óptica hemos adquirido unas gafas de sol propias para niños y nosotros acostumbramos también a ponérnoslas para que él nos imite y lo vea como algo de lo más normal.
A finales de mes, coincidiendo con las fiestas de Navidad, tendremos algunos días festivos que aprovecharemos para ir a Canarias de vacaciones los tres. Según los consejos del médico, la exposición del niño al sol la haremos de una manera paulatina, en lugar de hacerlo de golpe, y trataremos en todo momento de hidratarlo lo mejor posible.
En definitiva, demostrarle nuestro cariño cuidándolo bien frente a los posibles peligros del sol, que es algo que también os preocupará a vosotros como padres. Mi consejo es que hagáis como yo y vayáis primero al dermatólogo, ya que la piel de cada niño es diferente y puede aportaros más luz sobre esto, pero no dejéis de seguir estas recomendaciones.