Los pies de los más pequeños necesitan de una atención especial a la hora de elegir su calzado. Debido a que están en pleno desarrollo, tendremos que evitar perjudicar su crecimiento o malformaciones durante el mismo. Se trata casi más de una cuestión de salud que de moda o de estética.
Ya desde que son pequeños podemos encontrar una gran variedad de zapatos de bebé en esta tienda online de zapato de niña, Andandito.com. La red es una gran fuente de opciones para buscar la más adecuada para nuestro hijo. Para estos más jóvenes, la verdadera función del calzado es la de mantener sus pies calientes, ya que todavía no necesitan que les sirva de sujeción. Es más, cuando son pequeños comenzarán a dar sus primeros pasos o a gatear, por lo que necesitarán tener libre el juego del tobillo para poder variar entre sus diferentes posturas. Además, cuanto más lo acostumbremos a una sujeción artificial, más debilitaremos al propio tobillo.
Cuando ya crecen un poco debemos buscar un calzado que permita el movimiento de las articulaciones del pie, pero que a la vez sirva de sujeción, aunque esta no puede evitar la movilidad de la musculatura y de las articulaciones del pequeño, ya que le perjudicará en su desarrollo. Como decíamos, podemos encontrar calzado infantil online para facilitarnos la búsqueda, por ejemplo en Billowy. Durante nuestras compras debemos alejarnos de las botas que están tan de moda ahora y que parece que tratan de inmovilizar los pies de nuestros pequeños, que les obligan a estar rígidos e incómodos. Un zapato flexible, que podamos doblar fácilmente con la mano, será más adecuado que uno rígido que siga la falsa creencia de que la sujeción ha de estar por encima de todas las demás características.
Para los que además de abrigo buscan ya un zapatito con el que pisar y dar sus primeros pasos firmes, es bueno ofrecerles un calzado que pueda ajustarse fácilmente. El velcro es una de las mejores opciones para ello.
Tanto los más pequeños como los ya un poco crecidos deben tener también un calzado que no oprima los deditos de sus pies, que no lleguen a tocar la parte delantera del zapato ni mucho menos que los pequeños tengan que doblarlos para no hacerse daño con la puntera. Asimismo, aunque son los menos dentro de los catálogos de las zapaterías, debemos advertir lo inapropiado de los zapatos estrechos o con puntera que van más a la moda que a cuidar el pie de los niños.
En cuanto a la suela, debemos buscar que sea flexible. Tanto los mayores como los niños no movemos el pie en bloque al pisar, sino con una cierta curva, sin apoyar todo el pie a la vez, y ese movimiento es el que nos permite hacer una suela flexible. Además, en el caso de los pequeños, les ayudará a detectar las diferentes irregularidades del suelo. Los niños no suelen pisar sobre suelos difíciles, por lo que no necesitamos que la suela de sus zapatos esté hecha a prueba de bombas.
Siguiendo la misma línea de todos los componentes mencionados anteriormente, la plantilla debe también ser lo más flexible posible. Debe dejar que el pie y su famosa bóveda se formen de una manera totalmente natural.
Por último, debemos tener en cuenta también el material del calzado a la hora de adquirirlo. Los más naturales son los mejores, ya que permitirán que los pies transpiren sin dificultad.