El proceso de enseñanza y aprendizaje dentro de las aulas no siempre es todo lo fluido o personalizado que gustaría, hay muchos factores por los que los estudiantes pueden ser muy buenos en algunas asignaturas no tan buenos en otras. Lo importante es que se sepa cómo ayudarlos a que el conocimiento sea verdaderamente asimilado.
Una de las premisas más importantes, es entender que todas las personas aprenden a ritmos diferentes y tienen maneras diferentes de hacerlo y cuando se tiene en un aula de clases a 30 estudiantes, es casi imposible que todos aprendan al mismo ritmo, pues cada persona es diferente. Una manera de ayudarlos a mantenerse al ritmo que existe dentro del aula es contar con refuerzo educativo.
En relación al refuerzo educativo hay que entender que históricamente se ha pensado para ayudar a los estudiantes en aquellas asignaturas que no se le dan tan bien. Sin embargo, también es muy positivo para potenciar aquellas en las que son buenos, pues es importante como representantes, tutores, madres, padres o adultos involucrados en el proceso de aprendizaje, que la educación académica es fundamental para que el individuo pueda tener una opinión crítica y para que tome decisiones basadas en su conocimiento, sus gustos y lo que es positivo y provechoso para la sociedad, respetando sus valores y sus ideales individuales.
Partiendo de allí, la percepción de los adultos responsables o participantes del proceso educativo de niños, adolescentes o jóvenes adultos debe ir enfocado en encontrar los puntos fuertes de ellos para que estos sean potenciados, y de ayudarlos a superar las dificultades que se le presenten con sus puntos débiles, respetando siempre sus inclinaciones y decisiones personales.
Un gran error que se ha cometido es pensar que mientras más se obligue a un estudiante a rendir de forma excelente en una asignatura que le es más difícil es lo ideal, cuando la verdad es que si bien necesita responder positivamente a ella, lo importante no es la calificación definitiva que obtenga, sino que esos conocimientos sean bien asimilados y comprendidos. Es decir, que sea un aprendizaje significativo.
Por otro lado, potenciar, impulsar y animar a mejorar en aquellas que le son naturalmente sencillas y que le gusten hará que sus habilidades e intereses natos sean mejor encaminados. Así, cuando llegue el momento de tomar decisiones sobre algún grado superior, su inclinación estará más clara. Un ejemplo claro de ello es un estudiante que le cuesten las matemáticas, pero que las asignaturas como historia, literatura o artes se le den muy bien, si se le obliga a dedicarle demasiado tiempo y esfuerzo a las matemáticas, es posible que rinda mucho mejor, sí, pero al final no estará tomándolo como algo importante para su educación, sino como algo que le está quitando tiempo de hacer cosas que verdaderamente disfruta, lo que significa que como resultado, tendrá unas calificaciones “positivas” pero no un aprendizaje real, y a su vez, también una frustración, ya que no pudo leer ese libro que quería o visitar ese museo que tanto interés le genera.
Pensando en ello, podemos definir el refuerzo educativo como las actividades académicas fuera del aula convencional que buscan ayudar al estudiante a asimilar mejor el contenido programático y a tener un aprendizaje significativo, todo esto con el acompañamiento personalizado o casi personalizado de docentes calificados.
Lo ideal es que el refuerzo educativo vaya dirigido a potenciar sus habilidades natas pero que a su vez, lo ayude positivamente a mejorar aquellas que necesitan de mayor esfuerzo por su parte, respetando sus intereses y valorando sus opiniones. Pensando así, la Academia Elipa compartió con nosotros algunos beneficios que le otorga el refuerzo educativo al estudiante.
Beneficios del refuerzo educativo en cualquier nivel del proceso de aprendizaje
Si se busca el éxito académico a largo plazo, el refuerzo educativo es una buena manera de hacer que los estudiantes puedan tener mejores resultados, no solamente con las calificaciones, sino con el verdadero proceso de aprendizaje pues lo importante de este que el conocimiento se fije y pueda ser aplicado en la vida diaria. Algunos de los beneficios que el refuerzo educativo le ofrece al estudiante son:
- Aprende a su ritmo:
Cuando se trata de un docente de refuerzo educativo, hablamos de uno que tiene menos alumnos; lo que significa que puede dedicarle más tiempo a cada uno, ya su vez, adaptarse al tipo de aprendizaje de los estudiantes. Además que, la presión es menor y hay más espacio para la resolución de dudas.
- Aumenta la confianza del estudiante en sí mismo:
Dentro de un aula de clases con 30 estudiantes, no es sencillo intervenir cuando hay una duda y nadie más alza la mano. Por ello, muchas dudas se quedan sin resolver, lo que ocasiona en el estudiante la idea de que es “tonto” o que no entiende porque hay algo “mal” en él.
Con el refuerzo educativo y al sentirse más libre a la hora de intervenir y al contar con la atención personalizada, podrá solventar sus dudas sin temor al ridículo y empezar a confiar en sí mismo para poder intervenir en clase ante una intervención solicitada o espontánea. Sentir que está obteniendo buenos resultados a nivel personal, lo ayudará a querer trasladar esos resultados a su aula de clases.
- Aprende a organizar su tiempo de forma eficiente:
El refuerzo educativo no suele contar con el tiempo de un colegio convencional, por lo que es fundamental que sepan organizar su tiempo para cumplir con las actividades programadas y aun así tener tiempo libre.
- Trabaja lo visto en clase, pero a su vez puede avanzar en el temario:
El refuerzo educativo debe ir ligado al contenido programático y escolar, para que de esta manera no se tengan dos programas diferentes que puedan confundir al estudiante. Eso no significa que el docente de refuerzo deba quedarse anclado en el temario que se está dando en el aula de clases, significa que debe buscar la manera de que el estudiante pueda mantenerse al mismo ritmo, pero asegurándose de que el aprendizaje es verdadero.
De nada sirve que a nivel individual el estudiante esté muy avanzado, si cuando llega al aula, pierde el tiempo. En el mejor de los casos, lo ideal es que si existe alguna deficiencia y se debe trabajar en la recuperación y nivelación, se haga con la intención de que el estudiante llegue -con un aprendizaje positivo- al ritmo del resto de los estudiantes de su salón.
- Fomenta el hábito de estudio:
Cuando un estudiante tiene en su rutina las actividades de refuerzo educativo, y cuando deja de necesitarlo, ya habrá adquirido el hábito de mantener sus actividades escolares (sea del nivel que sea) al día y trabajará con orden, tomando en cuenta las prioridades y sus propias necesidades de aprendizaje.
Al contar con estos hábitos de estudio, el proceso de aprendizaje a nivel superior se hace mucho más sencillo, más cómodo y más ligero para el estudiante, lo que lo ayuda a enfrentarse a sus retos educativos de una forma más madura, responsable y comprometida.
Otro punto importante a destacar en relación al refuerzo educativo, es la manera de los representantes a la hora de enfrentar el proceso de enseñanza aprendizaje. Un niño que cuenta con la atención de los adultos de su vida, ya sean madres, padres, abuelos, abuelas, tías o tíos, etc, y que lo acompañan positivamente en el proceso, es un niño que tiene mayores posibilidades de ser exitoso a nivel académico y a nivel personal.
Los adultos deben entender que la responsabilidad del éxito educativo depende de muchos factores, no solamente cumplir con dar educación, comprar los materiales necesarios y a su vez, invertir en un refuerzo escolar es suficiente; involucrarse en todo el proceso, celebrar los éxitos y apoyar en los fracasos, es fundamental para que la niña o niño crezca con la confianza de que su familia siempre estará a su lado. Asistir a las reuniones con tutores, y actos culturales o deportivos, también es muy significativo para mejorar la autoestima, ya que mientras más apoyo tenga, mejores resultados se tendrán a nivel educativo.
La educación es una inversión en el futuro de los pequeños, por lo que la mejor forma de cuidar esa inversión es formando parte del proceso de aprendizaje y colaborando activamente en todo lo que esto incluya, ya que así se podrá ver los mejores resultados a largo plazo. A su vez, esto le da a entender al estudiante que cuenta con una red de apoyo que, en efecto, lo guiarán a cumplir con las metas que se vaya proponiendo en el transcurso de su vida.
Además, involucrarse en el proceso educativo le permite a los padres entender cuales son los intereses, habilidades y proyecciones de sus hijos, lo que hará más sencillo guiarlos de una forma positiva -y no impositiva- cuando se deba tomar una decisión para los estudios superiores o de oficio. Lo importante es que este acompañamiento se haga respetando las individualidades de cada persona y fomentando la independencia y el pensamiento crítico.