Para muchos padres, supone un enorme reto el tener que llevar al niño al odontólogo cuando no desea ir. Como todos sabemos a los niños les influye mucho lo que ven en casa. Ellos son capaces de captar todo lo que oyen al lado suyo, pero sí que es cierto que en ocasiones suele costarles algo el entender las necesidades que deben tener, como es el caso de tener una salud en el plano bucodental buena. Algo que también es normal que ocurra a edades tempranas.
¿Cuál es el motivo por el que los más pequeños tienen que visitar al dentista?
Básicamente, la costumbre que existe de que se lleve a los niños al dentista cuando aparecen los dientes de leche o aparecen los primeros problemas sobre los 3 años es lo normal, pero también es cierto que, como recomiendan desde Clínica Dental La Chichuela, cuando cumplen el primer año de vida, por mera prevención, no está de más el llevarles, pues ocurren casos de caries de manera cada vez más temprana.
Una de las mejores maneras de que se mantenga un buen seguimiento de la salud bucodental en los niños es visitar periódicamente al especialista. Los problemas más precoces pueden aparecer por tomar biberón.
La denominada “caries del biberón”, se provoca en esos primeros meses de los niños, cuando los dientes de leche pasan a ponerse en contacto con muchas bacterias.
Las caries que aparecen a edades tan jóvenes son sin duda en muchos casos que son el indicio de una serie de problemas cara al futuro. Por todo ello el dentista debe controlar el crecimiento dental de los pequeños, lo que además puede evitar un crecimiento defectuoso de los dientes permanentes.
Cuanta menor edad tienen, más fácil es que vaya haciéndose con el necesario hábito de limpieza a nivel bucal. Esta clase de costumbres le va a valer para toda la vida. Los dentistas son los que dan buenos consejos para que los niños no tengan que pasar por tantos problemas en la edad adulta.
Los consejos cuando se visita al dentista sirven para evitar los temores que muchas personas tienen en los años de adultos. Existen una serie de miedos que son los que expresan los adultos hacia al dentista y que como es normal suelen estar basados en etapas pasadas donde fueron con adultos al dentista y puede que la experiencia no fuera lo mejor.
Los niños cuando lloran al ir al dentista por miedo, es porque algo han visto en su respectivo entorno. Por todo ello, puede ser beneficioso seguir una serie de pasos para que se de cuenta de que no hay nada que temer.
Planteamiento de juegos que le motiven
Se puede asociar a juegos que le encanten con la visita a la clínica dental de tal forma que pueda mantenerse esa relación positiva que sea la adecuada.
Puede hacerse con él un juego de los denominados imaginativos. En este caso se puede hacer la comparación de la consulta del dentista con algún lugar que esté asociado a una película de dibujos animados que le vaya a gustar.
Explica la importancia del cuidado de los dientes.
Muchas veces el hijo seguro que va a conocer el caso de familiares que hayan sufrido por dolores de muelas. Se le pueden recordar esos momentos y que vean el alivio que sintieron todos los que tuvieron que sufrir los problemas, que al final les solucionó el dentista. En estos casos se puede añadir que únicamente el dentista es quien podría evitar que se sufran esos dolores.
Dar ejemplo de que tú cuidas tus dientes como es debido
En el caso de que tengas ocasión, siempre es bueno que lleves a tu pequeño cuando acudas al dentista, mostrándote que cuando vas al dentista sales feliz. Si te ven con seguridad, seguro que se elevará la confianza que tendrá cada vez que vaya al dentista.
Lleva con él algún objeto favorito suyo que le guste
Siempre es bueno que pueda asociar temas como el juguete que más le guste con la visita al dentista, lo que hará que pueda tener un bonito recuerdo de ese momento.
Escoge una buena clínica para llevar a tu niño
Cuanto más próximo esté de su hogar mejor será. Siempre va a ser bueno que el hijo vea que le conocen. Ese trato cercano es el que se logra cuando hay personas especializadas en el tratamiento de niños en la clínica dental.
Por todo ello, hay que elegir una buena clínica para que no tengan problemas los pequeños, pero nosotros también debemos poner de nuestra parte.