Una buena alimentación es fundamental para el correcto desarrollo y nutrición de los más pequeños de la casa. Procurar una dieta saludable, variada y que contenga todos los nutrientes necesarios, es tan importante para su crecimiento como para su salud bucodental. Estamos más que habituados a escuchar que la alimentación es clave para su crecimiento y desarrollo, pero hasta ahora, poco se habla respecto a cómo influye la alimentación en la salud bucal de los niños.
Salvo lo concerniente al azúcar y la caries derivada de su elevado consumo, los detalles referentes a los hábitos alimentarios que pueden generar problemas dentales, no parecen tener demasiada importancia.
Los expertos en nutrición y dietética señalan la importancia de mantener una dieta saludable, no solo para el crecimiento y desarrollo del organismo y el cuerpo, sino también para que la boca y los dientes, se mantengan sanos y fuertes durante la etapa de crecimiento. Es sabido por todos que las dietas poco saludables terminan por dañar dientes y encías. Cuando esto ocurre, se ve limitada la capacidad de comer de los peques y se incrementan las enfermedades que afectan a la boca. Este tipo de dietas, suelen ser ricas en azucares y suelen provocar la aparición de las temidas caries.
Como ya sabemos, el azúcar, sea consumido directamente o como añadido a otra serie de alimentos, es convertido por las bacterias existentes en la propia boca, en sustancias ácidas que terminan por dañar los dientes. Los síntomas de la caries son dolor, inflamación, posible pérdida del diente, infección, dificultad para comer e incluso, una posible desnutrición a consecuencia de no poder comer de forma normal. Estos problemas, en casos más importantes, pueden conllevar incluso un bajo rendimiento escolar y empeorar la calidad de vida de los más pequeños.Por tanto hay que contar con profesionales en la odontología, siendo uno de los máximos exponentes la clínica HQ Tenerife, que apuestan por una atención individualizada y a la última en cuanto a la tecnología dental.
Como cuidar la salud dental durante los primeros años
Mantener una buena alimentación desde el primer momento, es favorable y positivo para la salud bucal del bebe. Durante el proceso propio de la lactancia, la succión, estimula los músculos, promueve el desarrollo de los maxilares y la estructura de la mandíbula. Según estudios realizados, la lactancia materna, cumple un efecto protector frente a la mala alineación de la dentadura. A su vez, cada vez se tiene más en cuenta la higiene bucal de los bebes, por lo que se aconseja y recomienda encarecidamente que, a los pocos días del nacimiento, se empiecen a limpiar las encías del bebe con una gasa o toalla humedecida. Una vez, salga el primer diente de leche, es aconsejable, cepillarlo suavemente dos veces al día.
Durante la lactancia, el único alimento que toman los bebes es la leche, con lo cual no hay mucho que decir al respecto, ya que los primeros seis meses de vida del bebe, cuentan con una alimentación básica perfecta y adecuada.
Es a partir del sexto mes, cuando los bebes empiezan a ingerir nuevos alimentos que no solo, aportan los nutrientes necesarios sino que estimulan la masticación. Con esto se consigue mantener un buen desarrollo óseo, muscular y funcional de toda la boca. Empieza a cambiar la tendencia y los expertos, recomiendan incluir en la dieta de los bebes alimentos más duros, fibrosos y secos que propicien ese desarrollo del aparato masticatorio.
Resulta más adecuado reducir los purés e incrementar el consumo de frutas enteras, pan con corteza crujiente y galletas para ayudar a estimular la masticación, en lugar de la succión.
A medida que van creciendo, es fundamental aportar una buena dieta, pero también lo es fijar unos buenos hábitos en lo que a alimentación e higiene dental se refiere. Cuanto antes se les inculque la importancia de estos dos aspectos complementarios, más fácil será que arraiguen en ellos. Durante los primeros años de vida, la influencia en el estilo de alimentación de los padres es muy elevada, por lo que el entorno y los factores ambientales que rodean al niño, influyen directamente en el tipo de alimento que pueden afectar a su salud bucal.
Se estima de más de quinientos millones de niños en el mundo, sufren de problemas dentales en sus dientes primarios, debido a que el exceso de almidones y azúcares en la dieta sigue muy presente. Esto conlleva un desequilibrio en la salud bucal de los niños y la consiguiente aparición de caries. Aun así, la OMS, alega que se trata de un problema multifactorial y no solo a causa de un consumo elevado y continuado de azúcar. La exposición inadecuada al fluoruro y la falta de higiene dental, son otros factores que derivan en la aparición de este tipo de problemas en la salud bucodental infantil.
Alimentos buenos, alimentos malos
Resulta lógico pensar que un estilo de alimentación saludable es aquel que incluye alimentos sanos y buenos, excluyendo los que no son saludables, de la propia dieta. En lo que a salud dental respecta, hay que tener en cuenta, cuales son los alimentos que protegen los dientes de los más pequeños para incluirlos en su dieta y, eliminar aquellos que perjudican su dentición durante el crecimiento.
De este modo, conviene incluir alimentos que estimulen el flujo salival. La saliva es el mecanismo de protección natural de la boca por excelencia. Protege dientes y encías, enjuaga la boca y elimina las bacterias para mantener los dientes libres de placa. Es muy recomendable para propiciar esa salivación, masticar frutas y verduras ricas en fibra, sobre todo tras la ingesta de azúcares y almidones.
Algunos de los alimentos mas eficaces para estimular la secreción de saliva, son el tomate Cherry, el yogur natural y los zumos de cítricos como el limón o la naranja. Otros alimentos que potencian la salivación son las manzanas, nueces, verduras de hoja verde, chocolate amargo, etc. Aun no siendo un alimento, también es buen productor de saliva el chicle.
Obviamente, algunos de estos alimentos, no son aptos para los más pequeños. Hay que introducirlos en su dieta de forma gradual y paulatina, a medida que vayan creciendo.
También es conveniente, incluir en la dieta, alimentos que eviten la aparición de la placa dental. Para este fin, zanahorias y manzanas, son ideales y aptas a cualquier edad. Su alto contenido en fibra y vitamina A, ayudan a estimular esa salivación, evitando la formación de placa y a fortalecer el esmalte de los dientes. Es importante que la ingesta de estos alimentos sea entera y no licuada. Verduras de hoja verde como acelgas o espinacas, ayudan a limpiar la boca eliminando restos de otros alimentos.
Aunque no son recomendables para los niños, el té verde y negro, son alimentos anticariogénicos, gracias a su contenido en catequinas que poseen un efecto bactericida. Los alimentos con flúor son también buenos protectores dentales.
Los dientes deben estar siempre limpios y protegidos, pero no hay que olvidar fortalecerlos y remineralizarlos. Alimentos lácteos como el queso, el yogur natural (sin azúcar), el kéfir y, por supuesto, la leche, contribuyen a la recuperación de los minerales necesarios. Permiten a su vez, la formación del esmalte dental y constituyen, como es el caso del queso blanco, potenciales anticariogénicos. Dentro de los mecanismos de acción que desarrollan, se encuentran la estimulación del flujo salival, el aumento de concentración de calcio en la placa y el efecto anticaries de la caseína procedente del queso.
Alimentos que también contribuyen en la remineralización y fortificación de los dientes, son las verduras como el brócoli, el tofu, las verduras de hoja verde, legumbres, etc. Como decíamos anteriormente, estos alimentos, deben formar parte de la dieta de los más pequeños, pero hay que introducirlos de manera gradual.
En cuanto a los alimentos que conviene suprimir de la dieta, o cuyo consumo debe ser puntual, los que mayor riesgo presentan por estar siempre presentes en las dietas actuales, son las galletas, bollería y todo tipo de alimento dulce, sobre todo cuando son procesados. Del mismo modo, alimentos como los higos secos, pasas, melazas, caramelos o gominolas, no deben incluirse en la dieta de los pequeños para evitar problemas dentales. Tampoco se aconseja incluir en su alimentación alimentos ricos en almidón como el pan blanco, los cereales, los snacks, patatas fritas, etc. o las bebidas gaseosas y refrescos, cuyo alto contenido en azúcares, hacen flaco favor al mantenimiento de una buena salud bucodental
A modo de resumen, podemos decir que, como ya hemos comentado, la alimentación juega un papel mas que importante a la hora de mantener una buena salud dental en los niños. Para empezar con una buena alimentación y continuar por ese camino, los expertos, aconsejan mantener la lactancia materna durante al menos, seis meses, estimular la masticación con alimentos sólidos y procurar establecer unos buenos hábitos alimentarios y de higiene dental. Incluir en la dieta alimentos que no produzcan caries y que protejan los dientes.
Por supuesto y como no puede ser de otra manera, llevar al bebe al dentista de forma regular, una vez cumpla su primer año de vida, es otro de los aspectos a tener en cuenta, a la hora de mantener una buena salud bucodental desde el nacimiento.