Antes no era tan habitual, pero actualmente los cambios de casa, bien por motivos de trabajo o por motivos personales, son muy habituales. Esto supone comprar, alquilar o incluso realizar el trueque de una vivienda. Si para un adulto ya es complejo, debido a que tienes que abandonar todo lo que habías construido durante mucho tiempo, imagínate lo que puede pasar por la cabeza de un niño o niña que tiene que dejarlo todo. Empezando por su ambiente, su casa, sus amigos, sus lugares favoritos. Por eso, es importante tener en cuenta algunos aspectos si vas cambiarte de vivienda.
Pasos a seguir
Lo primero que hay que hacer es explicar lo que va a ocurrir. A partir de los 3 años los niños tienen mayor conciencia de lo que sucede a su alrededor, por lo que es importante platicarle los motivos reales del cambio. No hay que engañarle, él seguro que lo entiende. Aún así, intenta contarle todo lo que te pregunte para que se vaya sintiendo cómodo en el nuevo espacio.
Hay que involucrarlo en el cambio. De esta manera llévalo a conocer las posibles opciones que tienen para mudarse y, cuando la elección esté hecha, si es posible pídele que escoja su nueva habitación. También es importante que lo involucres en la decoración porque eso lo motivará.
Muéstrale su escuela. Si por las distancias tendrás que cambiarlo de colegio, lo mejor es llevarlo unos días antes para que se familiarice con ella. Enséñale los lugares que hay cerca, cuéntale cómo serán sus profesores y no olvides decirle que seguro tendrá muchos amigos nuevos pero que eso no hará que deje de ver a sus anteriores amistades. Y es que si se puede, hay que intentar que el pequeño siga manteniendo las antiguas relaciones. De estos se deben ocupar los padres con visitas al antiguo barrio.
Su hábitat
Nuevas zonas de juego. Para él serán muy importantes. Hay que motivarlo mostrándole que zonas de juego que están cerca de donde vivirá y que podría ser de su interés. Tal vez un parque, una zona de juegos divertidos, alguna plaza o un cine. Antes de mudarse lo mejor es ir allí para que se vaya familiarizando.
Su habitación. En ocasiones cuando nos mudamos hay que ir poco a poco. Pero no porque tú puedas dormir en el colchón inflable, tu hijo tendrá que hacerlo. Después de la mudanza lo mejor es acomodar sus cosas antes que otro espacio para ayudarlo a adaptarse. Intenta mantener el horario de sus actividades diarias para no descontrolarlo. Lo mejor es que él no sienta que se ha producido un cambio, igual que ocurre cuando por ejemplo se produce la modificación del uso horario.
Y sobre todo no te olvides de mantener la limpieza en casa. Ya sabemos lo que supone un cambio de domicilio, con mucho que recoger y que limpiar. En este caso lo mejor es contratar una empresa de limpieza a domicilio que seguro que te lo deja a las mil maravillas. Un ejemplo lo tienes en Limpieza a Domicilio Bilbao, donde encontrarás unos grandes profesionales.
Como puedes comprobar, el cambio de casa supone un trauma para todos, pero sobre todo lo supone para los más pequeños. Espero que estos consejos te sirvan para que el cambio de domicilio no suponga un quebradero de cabeza.