Mi hija eligiendo mi vestido de novia

La semana pasada me fui con mi futura cuñada y con mi hija de tres años a mirar vestidos para mi boda, porque por fin me caso este año 2016 ¡BIEEEN! (eso es lo que dijo mi madre cuando se lo comuniqué), y el caso es que mi hija se pasó toda la tarde diciéndome que todos eran feos porque no eran de princesa. Al final hubo uno que le gusto, y a mí también, en esta tienda de vestidos de novia en Bilbao capital, así que no me lo pensé más.

Puede que para el resto del mundo resulte una tontería tomarse en serio la opinión de una niña de 3 años ese día tan importante para mí pero en mi opinión no lo es. Quiero que me vea como ella quiera verme y quiero que recuerde este día como el día que su mami parecía una princesa.

No nos casamos hace años porque no estábamos en un momento muy bueno, ni económicamente hablando ni a nivel personal, y luego vino Marta, la peque de la casa, y su cuidado se convirtió en lo más importante. Ahora, por cosas de la vida, mi hija pequeña tiene la posibilidad de presenciar la boda de sus padres y quiero que sea un día mágico también para ella y si lo que quiere es que yo sea una princesa, lo seré.

Tampoco os penséis que he elegido un vestido pomposo estilo Sisí Emperatriz porque yo eso no me lo pongo ni harta de vino, pero sí que he tenido en cuenta la opinión de mi hija y, tras mucho buscar, fue en Joana Diestre donde encontré lo que ambas andábamos buscando.

Si entráis en su web podéis acceder a la sección de vestidos de novia, que tenéis el enlace de todas formas en el primer párrafo, y una vez allí podéis buscar, en la colección Alma by Rosa Clara, ahí podéis ver el vestido que se convertirá en el vestido de mi boda.

Es un palabra de honor muy sencillo con cinturón en plata que acaba en una falta de tul bastante voluminosa, estilo princesa según mi hija. Me pareció un vestido elegante en cuanto lo vi y la verdad es que una vez que me lo probé quedé encantada porque me encajaba como un guante y van a tener que hacer muy pocos arreglos.

En cuestión de moda, los vestidos de novia que se llevan en 2016, son un poco diferentes pero a mí eso no me importa. Por lo visto se van a llevar los vestidos más rectos con corte sirena, y la palabra de honor ya no es un modelo muy demandado. Se llevan las cosas muy originales con encajes y trasparencias pero yo soy mucho más sencilla que todo eso así que he pasado bastante de lo que supuestamente está de moda y buscado, simplemente, algo que me guste, tanto a mí como a mi pequeña.

Lo que sí puede que me compre, aparte, es una capa o una torerita para cubrir mis hombros en la iglesia, por eso del decoro, pero poco más así que… a falta de los zapatos: yo ya estoy lista.

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