Unicornio, el disfraz preferido de los más peques

Si hay un disfraz estrella en los últimos años, ese es, sin lugar a dudas, el de unicornio, tanto si se trata de niños y niñas como de adultos, si bien es cierto que es más común verlos en los más peques. Por eso, si quieres aprender a hacer un disfraz de unicornio casero, paso a paso y de manera sencilla, sigue leyendo este artículo, porque te vamos a decir cómo hacerlo. A tu hija o tu hijo le encantará y estará monísima de la muerte. Será la envidia de todas sus amigas y amigos. No pierdas detalle, si quieres convertir a tu peque en la reina de la fiesta. ¡Empezamos!

Por qué gustan tanto los unicornios

El unicornio es una criatura mitológica representada como un caballo blanco con un cuerno en la frente, y es protagonista de numerosas historias y leyendas. El origen de la leyenda del unicornio en Europa puede deberse a las exploraciones griega, romana y macedonia hasta Tailandia que confundían al hipopótamo con un»caballo de río» o bien puede tener un origen vikingo, pero lo más probable es que este pueblo hubiera recogido la tradición de los griegos. Pero la más curiosa es la tercera hipótesis, que se origina en el año 2008, en el parque natural de Prato (Toscana, Italia), en el que se ha documentado un corzo con un único cuerno en el centro. Todo apunta a que esta característica no es la primera vez que se ve en un corzo de la zona, lo que pudo dar origen al mito del unicornio.

Además, se sabe que existen cabras que tienen un solo cuerno, como la cabra Lancelot del ilusionista Oberon Zell, fue manipulada quirúrgicamente, basándose en las investigaciones del biólogo Franklin Dove, para que creciera con sus dos cuernos fusionados como si fuesen uno. A este tipo de cabras suele llamársele popularmente «cabras unicornios».

Fue considerado como un animal real durante mucho tiempo y al cuerno del unicornio se le atribuyen propiedades, medicinales, especiales, poderes y fuerzas sobrenaturales.

Cómo hacer un disfraz de unicornio en sencillos pasos

1. Paso Uno. Necesitarás un vestido o peto blanco que imite el torso blanco típico del unicornio.

2. Paso Dos. Consigue una falda multicolor, lo que aportará un toque de luz y color al conjunto. El de arcoiris con una capa final de purpurina, es ideal para el disfraz de unicornio.

3. Paso Tres. Los detalles son fundamentales: las orejas, una cola, una crin en espalda… el límite está en tu imaginación. De lo que se trata es de tener un traje de lo más original. Se creativa.

4. Paso Cuatro. El cuerno del unicornio es, sin lugar a dudas, el detalle más importante del disfraz. Si no hay cuerno, no hay unicornio, así que no se te puede olvidar este punto. Puedes hacerlo con cartulina o bien usar el típico gorro de cucurucho de las fiestas, así no te complicas.

Pero si de verdad quieres ahorrarte tiempo y esfuerzo, lo mejor es que adquieras uno profesional. En la actualidad destacan los disfraces de Disfraz Arte, Disfraces y Complementos, una tienda online con más de 15 años de experiencia que cuenta, en su amplio catálogo, con infinidad de modelos distintos de disfraces, tanto para adultos, como para niños y bebés de todas las temáticas que te puedas imaginar. Puedes adquirir disfrace de todo tipo, de animales, de época, de superhérores/heroínas, de príncipes/princesas, de personajes de cine y televisión, payasos, de todas las tallas, incluso las más grandes. Tiene trajes para Carnaval, Halloween, fiestas y cumpleaños, y también accesorios, maquillaje y complementos para conseguir un look propio y que cada disfraz sea diferente.

Ojo, no a todo el mundo le gusta disfrazarse

Héctor Galván Flores, psicólogo clínico y sexólogo, dice que “Disfrazarse es una forma de desinhibirse de la rutina y liberar tensiones”. Cuando nos disfrazamos “establecemos un marco de juego de irrealidad que está permitido y en donde, además, podemos llevar a cabo una serie de comportamientos sin ningún tipo de límite ni penalización”, continua David Pulido, psicólogo que trabaja en el Centro de Psicología Álava Reyes y en el Instituto Terapéutico de Madrid.

Pero hay que tener en cuenta que no a todo el mundo le gusta jugar. “El rechazo hacia los disfraces es un comportamiento aprendido. Tiene que ver con nuestras experiencias previas y con la época del entorno”, indica Pulido.

Y tú, ¿eres de las que disfrutan disfrazándose o bien eres de las que te sientes cierto rechazo?

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