El sedentarismo no es bueno para la salud, el cuerpo necesita estar en movimiento, y los músculos necesitan ejercicios físicos para mantenerse fuertes.
Los niños necesitan hacer deporte, para mejorar la condición física, pero también para potenciar la concentración y la agilidad mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), informa que los niños y los adolescentes deben realizar, al menos, sesenta minutos diarios de ejercicio físico al día.
El deporte evita la obesidad y podría mejorar el rendimiento intelectual de los menores. «Mejora todo el espectro posible de nuestra fisiología humana y se potencian numerosas capacidades cognitivas», informa Josemi Del Castillo, educador físico deportivo, profesor y asesor del consejo del COLEF (Colegio Oficial de Licenciados de E.F. y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte).
«Se ha demostrado que los alumnos que hacen ejercicio sacan notas más altas. No en vano los países europeos con mayor carga de Educación Física (E.F.) en el horario lectivo, como Finlandia, donde practican cinco veces a la semana, obtienen los mejores resultados en PISA», expresa el profesor.
Varios estudios han comprobado que el deporte fomenta la secreción de una proteína llamada BDNF, que estimula el crecimiento neuronal.
El doctor Francisco Mora, reconocido neurocientífico, explica que el ejercicio físico contribuye a generar una serie de sustancias que potencian la plasticidad del cerebro y las conexiones neuronales.
La neurocientífica Sarah – J. Blakemore, afirma que con la práctica deportiva tienden a crecer nuevas células cerebrales en el hipocampo, es decir, la parte del cerebro que se encarga de la memoria y los nuevos aprendizajes.
Los investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) aconsejan impartir las clases de Educación Física a primera hora de la mañana para mejorar la capacidad mental de los alumnos.
«La actividad física mejora la vascularización del cerebro, lo que implica –dice Eduardo Cervelló–, que llegue más oxígeno y nutrientes al cerebro, creado un sustrato biológico más favorable a la función cognitiva, y se consigue que las neuronas funcionen mejor».
Con una sola sesión de treinta minutos de ejercicio físico al día es posible mejorar la atención, la capacidad de memoria y el procesamiento de la información.
«De forma inteligente y estratégica, algunos países nórdicos mueven la E.F. durante el año académico para colocarla antes de otra materia que quieran potenciar ese trimestre. Por ejemplo, si quieren potenciar la creatividad, cambian la materia de E.F. de tal manera que en el horario diario tenga lugar antes de la clase de Música. Si lo que quieren es potenciar el cálculo matemático, colocan la E.F. antes de la asignatura de Matemáticas. Si pretenden mejorar la creatividad narrativa, antes de Lengua Castellana y Literatura», comenta el educador físico deportivo.
La práctica regular de la asignatura de Educación Física «puede influenciar directamente sobre el rendimiento de la salud y de lo académico. Se corona así como la materia curricular ‘llave maestra’ de la mejora de la salud integral de los menores», añade el profesor.
«También a la hora de hacer deporte es importante elegir la ropa adecuada para nuestros hijos. La actividad motora pone en movimiento los músculos y el cuerpo comienza a calentarse. A medida que el niño o niña produce calor, debe aliviarse de la ropa que le pesa demasiado. Si el frío, de hecho, es un elemento limitante durante la actividad física, el calor lo bloquea por completo», informa el periódico digital Okdiario.
Es importante que los niños hagan deporte con ropa deportiva. Necesitarán mallas, sudaderas y mochilas. Opta por prendas deportivas de calidad y con estilo retro.
Los profesionales de Blau i Rosa, expertos en ropa de bebé y niños, explican que tu hija puede llevar una sudadera en tono pastel, rosa, plata y verde agua que puede combinar con cualquier malla neutra.
Es importante que hagan deporte con comodidad, así que para tu hijo escoge un conjunto de pantalón con sudadera en algodón.
Te recomendamos una sudadera en color azul con capucha y cremallera. Esta prenda puede combinarse con un pantalón de algodón y cordón en la cintura.
Si tu hijo práctica tenis o pádel puede llevar zapatillas en blanco y suela de caucho en espiga para un mejor agarre. Si el menor no hace deporte con la ropa adecuada, puede sufrir lesiones, reacciones cutáneas, irritabilidad, incomodidad…
Las prendas deportivas se adaptan al cuerpo, no aprietan y favorecen la circulación de la sangre. El niño estará más cómodo para realizar el ejercicio físico y se sentirá más libre.
La ropa deportiva te mantiene fresco debido al control de la transpiración. Además, evita lesiones, porque te sientes más flexible y te permite tener un mayor control sobre tu cuerpo.