La alopecia androgénica afecta a un 70% de los hombres de 50 años debido a las hormonas masculinas, pero esta alopecia también afecta a un 20% de mujeres en edad menopáusica. Varios estudios han comprobado que España es uno de los países del mundo con más casos de alopecia androgénica. La doctora Aleyda Maque, especialista en medicina estética regenerativa, explica que «la testosterona afecta a los folículos receptores del cabello, haciendo que crezca más débil hasta que deja de hacerlo. Empieza en la zona frontal del cuero cabelludo y la coronilla, respetando las zonas de detrás de la cabeza porque ahí los receptores tienen menos estimulación». Y añade: «Aunque lo padecen los hombres, paradójicamente son las madres las que lo transmiten».
Desde 20minutos explican que «en los hombres suele aparecer en la adolescencia, mientras que en las mujeres podemos encontrar dos picos, uno en la edad adulta joven, en torno a los 20 o 25 años; y otro a partir de la menopausia». Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) descubrió que un 63% de las personas encuestadas mostraba preocupación por la pérdida de pelo.
Todos perdemos pelo, de media entre 70 y 100 cabellos al día pero el problema empieza cuando se sobrepasa esta cantidad. La alopecia androgénica es la más común, pero también hay otras causas que provocan la caída del pelo como la diabetes, el estrés, la anemia, los desajustes hormonales, la ingesta de determinados medicamentos, tener una alimentación deficitaria en determinados nutrientes, el uso excesivo de tintes y abusar del agua caliente. El injerto capilar está ganando cada vez más adeptos porque es la única fórmula efectiva de combatir la alopecia. Muchos hombres recurren al injerto o trasplante capilar para agregar más cabello en el cuero cabelludo.
Los profesionales de Coffidence Medical, especialistas en trasplante capilar y en utilizar una técnica quirúrgica para restaurar el cabello en áreas donde ha ocurrido pérdida significativa, nos informan que no es recomendable someterse a un injerto capilar más allá de los 50 años porque a esa edad no hay suficiente densidad para facilitar la cirugía.
Este procedimiento se suele hacer tomando partes más gruesas del cuero cabelludo u otras partes del cuerpo e injertándolo en aquella zona en la que se aprecia la calvicie. Un trasplante capilar toma el cabello de la parte posterior de la cabeza, aunque a veces también de otras partes del cuerpo, y lo transfiere a otra en la que no haya. Antes de comenzar el trasplante, el cirujano esteriliza la zona en la que se eliminará el vello y emplea anestesia local.
Los métodos de trasplante más conocidos son: FUT o FUE. El primero se conoce también como técnica de tira o método FUSS. Para realizar esta técnica, el cirujano extrae una parte de cuero cabelludo de la zona posterior de la cabeza. Después, separa las tiras de cuero cabelludo en pedazos más pequeños con un bisturí y algunos de estos injertos pueden contener un solo cabello cada uno.
El especialista realizará unos pequeños agujeros en el cuero cabelludo para trasplantar el cabello. Por último, se cubre todo con vendas o gasas. El número específico de injertos que recibe un paciente puede variar en función del grosor del cabello y el tipo de pelo que tenga. El injerto capilar es una cirugía estética que puede durar entre 8 y 12 horas y en algunos casos pueden necesitarse hasta dos días. El método FUE es un procedimiento que necesita más tiempo y las unidades foliculares se extraen una a una.
Cualquier persona mayor de edad puede someterse a un trasplante capilar pero es importante que la zona donante tenga unos folículos densos y que no tenga problemas de salud incompatibles con la propia cirugía. Lo ideal es esperar hasta los 30 años para someterse a un injerto capilar. Los pacientes menores de 30 años empiezan a utilizar un doble tratamiento con minoxidil y finasteride para minimizar la pérdida de cabello y una vez finalizado este tratamiento de uso tópico y oral, es el momento ideal para someterse a un trasplante capilar.
Antes de someterse a una cirugía capilar, se somete al paciente a un estudio del cuero cabelludo, porque es importante que el paciente tenga una buena densidad en los laterales y la parte posterior de la cabeza. Los expertos explican que el pelo vuelve a crecer en la zona donante, ya que cada unidad folicular contiene una media de 2,2 pelos. El tiempo medio para comprobar que el tratamiento ha funcionado es de 8 meses, pero los resultados se comienzan a apreciar entorno a los 2 meses después del trasplante capilar.