“Bebe mucha leche, que eso es calcio para el bebé y para ti”, “Cada embarazo me costó un diente”, “Te sangrarán las encías”… son muchas las cosas que vas a escuchar sobre tu salud bucodental estando embarazada porque hay una creencia popular, a veces correcta y a veces errónea, de que cuando una mujer se queda embazara sus dientes peligran enormemente. Si estás embarazada estate tranquila, no es para tato, sólo debes tener un poco más de cuidado.
Hoy vamos a explicaros cómo debéis cuidar vuestros dientes durante el embarazo para que no temas perder ninguna pieza en el proceso. En bbmugr.es hemos hablado con los profesionales de la clínica Dental Morante, especialistas en diferentes tratamientos dentales, y nos han dado algunas pautas a seguir.
No tengáis miedo a las encías sangrantes
A no ser que hablemos de algo extremo, es bastante normal que las encías sangren cuando te cepillas los sientes y ,como durante el embarazo están más sensibles e inflamadas por la acción de las hormonas y el aumento de flujo sanguíneo, no es de extrañar que ese sangrado sea más habitual de lo que imaginas. Sin embargo, como ya adelantaba antes, no debes alarmarte. Es algo lógico provocado por la situación en la que te encuentras y sólo debes buscar ayuda profesional si están abultadas, doloridas, enrojecidas o si sangran en exceso.
Ahora bien, el tabaco y la diabetes pueden ser la causa de que una mujer embarazada sufra gingivitis, una infección frecuente causada por los efectos a largo plazo de los depósitos de la placa, así que si fumas o sufres esta enfermedad ten especial cuidado. Si es tratada a tiempo no conlleva riesgos, pero sin un tratamiento adecuado puede dar lugar a complicaciones en el embarazo ya que se la relaciona con el riesgo de parto prematuro.
Por tanto, la prevención de caries y gingivitis es el objetivo primario en el embarazo. Extrema los cuidados y hábitos de higiene saludables, es decir, no olvides nunca un cepillado, pasarte el hilo dental y utilizar enjuague antiséptico con flúor si fuera necesario. Reduce el consumo de azúcares para evitar las caries y aumenta el consumo de calcio, como lácteos y yogures, además de consumir proteínas procedentes de carne, pescado y legumbres. Toma también fruta, ayudará a tu cuerpo a seleccionar las vitaminas que necesita.
No dejes de visitar al dentista. Aunque no notes nada, haz al menos un par de visitas al odontólogo para que revise el estado de tu dentadura y si tienen que hacerte una radiografía por algún problema, son preferibles las digitales para reducir la radiación y sino, deben colocarte un delantal y collarín de plomo en abdomen y cuello.
No hay riesgo para el uso de anestesia, ni para las amalgamas o resinas que se utilizan en el tratamiento de las caries pero, aun así, avisa siempre a tu dentista de la condición en al que te encuentras para evitar cualquier problema posterior.
En lo que respecta a la pasta de dientes que has de utilizar, apuesta por las que incorporan flúor para prevenir la formación de caries, especialmente si son de acción prolongada, ya que se adhieren a los dientes y siguen actuando después del cepillado.
Si tienes una buena higiene bucodental y no presentas problemas previos, no tienes por qué sufrir ningún daño en tu dentadura durante el embarazo así que olvida los miedos y vive este momento tan especial con menos preocupaciones.