Ante la perspectiva de tener hijos, las personas a las que nos gusta convivir con animales se nos plantea la duda de si es conveniente o apropiado pasar por el reto de hacerse a la vida con un bebé en casa a la vez que con una mascota. Tanto compartir la vida con un animal como traer una nueva vida al mundo requiere de mucha responsabilidad, atención, amor y sacrificio pero muchas veces la logística se vuelve complicada y atenderlo todo a la vez resulta complicado sin desatender a ninguno.
Partiendo de la base de que en ningún caso estaríamos hablando de deshacernos del animal por la llegada del bebé puesto que eso es una aberración y ningún amante de los animales se lo plantearía ya que una mascota es un miembro de la unidad familiar para toda la vida….sí que es cierto que ante la llegada del bebé te planteas situaciones en las que antes no te habías visto en la necesidad de hacerlo. Es típico que alguien te venga y te diga, ¿y qué vas a hacer con el perro? ¿no le cogerá celos? A ver, yo con mi perro no voy a hacer nada más que quererlo y cuidarlos como siempre lo he hecho y me dan ganas de decirle cuatro palabras al que me plantea la situación como un problema…Pero la realidad es que sí que se vuelve todo más complicado, no por el animal, sino porque todo en esta vida es cuestión de responsabilidad y trabajo y cuando se trata de tener vidas a tu cargo, ya sean humanas o animales, esto no se puede eludir.
La realidad de lo que ocurre es que la logística se complica, atender las necesidades de un perro implica que necesita salir a la calle a hacer sus necesidades y hacer ejercicio como siempre lo ha hecho, no puede ser que esto deje de suceder porque haya niños en casa. Todo debe ser cuestión de organización entre los miembros de la familia, no puede ser que nos olvidemos del animal, ¿acaso pasaríamos del abuelo o abuela? Obviamente no. Los adultos somos los que debemos organizarnos y turnarnos para atender a nuestro amigo peludo ya que no podemos dejar solo a nuestro bebé, y llegado el fin de semana pues serán días en familia, con todos los miembros de ésta, tanto los de 4 patas como los que lleven pañal.
Otra cuestión es el tema de los celos. Si no dejo de atender a mi mascota, la sigo queriendo, me comporto igual que siempre sin que nada cambie de mi relación hacia él, le incluyo en la relación con el bebé y no le excluyo de todo lo que podamos hacer todos juntos, el animal no debe sentirse desplazado. Si antes de la llegada del bebé se subía al sofá o a la cama un ratito conmigo, pues lo seguirá haciendo, porque lo que no ha sido malo para mí, no lo será para un bebé, al contrario.
La fórmula mascota y niños es más que positiva
Además de todo esto, está demostrado que la convivencia de animales con niños es una experiencia más que positiva. No solo el contacto con los animales ayuda a los niños a desarrollar su inteligencia emocional, su expresividad, la interacción social, la responsabilidad y el respeto, sino que además está comprobado que refuerza el sistema inmunológico de los niños. ¿Cómo sucede esto? Precisamente al estar en contacto con los animales los niños se exponen a bacterias y gérmenes como lo hacen en el parque o en la guardería y esto hace que su sistema se refuerce al desarrollar defensas contra estos. Los niños que conviven con mascotas no es que sean más sanos, sino que son más fuertes y tienen mejores defensas, y no solo eso, gracias al contacto animal se ayuda a prevenir problemas como el asma o alergias.
La convivencia con animales es más que positiva. Los animales tienen un sexto sentido que les dota de una sensibilidad increíble, en concreto los perros son tan intuitivos que desde hace muchos años se utilizan no solo como animales de compañía para personas con problemas de soledad, como pueden ser personas mayores, presos en cárceles…sino también como perros terapéuticos, es por ello que ya hay numerosas asociaciones y centros de entrenamiento que trabajan con dichos animales para prepararlos para realizar terapias con personas con diferentes necesidades, uno de estos centros es el Centro de adiestramiento canino de Alicante Perros Terapéuticos, desde donde nos confirman que los niños que inician terapia con animales adiestrados obtienen una mejoría notable en menor tiempo que el resto de niños.
Desde hace tiempo los perros están ayudando a controlar la hipoglucemia a personas con diabetes, son capaces de prevenir hasta 20 minutos antes una subida o bajada de azúcar, así como de avisar y recordar a su dueño de que se inyecte. Pero no solo esto, también se utilizan desde hace ya algunos años a los perros para tratar con métodos alternativos y complementarios a los tratamientos médicos a niños con problemas de diferente naturaleza, desde problemas psicomotores, autismo, asperger, psicosociales, TDAH…