Viajar con niños en avión

Las vacaciones de verano ya están aquí. Muchas familias estarán pensando en el destino de vacaciones para pasar unos días de relax, otros lo tendrán todo preparado con antelación y algunos, tendrán muchas dudas sobre que medio de transporte elegir. Viajar en avión con la familia, sobre todo si hay niños pequeños o bebés, puede resultar estresante, sobre todo si es la primera vez.

Habrá padres que se pregunten sobre las medidas de seguridad a pasar, si es adecuado viajar con niños o tendrán dudas de todo tipo antes de preparar su aventura aérea. Según Airport Facilities, expertos en formación sobre seguridad aeroportuaria, nos transmiten tranquilidad. Viajar en avión con la familia, pequeños incluidos, no supone ningún riesgo añadido. Se trata de un medio de transporte seguro, rápido y emocionante para los más pequeños.

Es común, siendo adultos, que nos surjan cierto tipo de inquietudes sobre los viajes en avión. Ante la primera incursión en el mundo de la aeronáutica para desplazarse con fines lúdicos (o cualquier otro motivo), el desconocimiento, hace mella. Una de las preguntas que más inquieta a los pasajeros, es el paso por el control de seguridad. Evidentemente, cuando hablamos de seguridad, nos invade una extraña sensación de incertidumbre. Dudas sobre si llevamos todo lo necesario, el equipaje no contiene artículos u objetos prohibidos, el exceso de peso, etc. Eso solo pasa la primera vez, una vez superado el trago, te das cuenta de que realmente, el “temido” control no es más que el paso por un arco detector y una cinta.

Cuando viajas solo, con amigos o la pareja, todo esto se reduce a nada. Ahora bien, nos hacemos mayores y las cosas han cambiado, la compañía, es ahora la propia familia, con los vástagos y sus mil trastos necesarios para afrontar la experiencia. ¿Es difícil pasar ese dichoso control de seguridad aeroportuaria con niños pequeños y bebés? En este caso, puede resultar un punto conflictivo, sobre todo si te acompañan gemelos o pequeños de poca edad. El asunto se complica cuando viajas con uno o dos (o más) niños pequeños: líquidos, carritos, maletas de más, aparatos necesarios…

En este caso, lo mejor, es planear el viaje de antemano, poniendo especial atención en el paso por el control de seguridad. Conocemos el proceso de sobra por lo que, solo queda, hacer que sea lo más sencillo posible para todos. Para ello, hemos preparado una serie de consejos que pueden resultar útiles a los noveles en estas lides. Viajar en familia, con niños, no tiene por qué resultar traumático.

Paso a paso para pasar el control

En primer lugar, sabemos que los controles de seguridad siempre funcionan de la misma manera. Salvo emergencia o algún tipo de alerta, lo habitual es que siempre se proceda de la misma manera por parte de los agentes del aeropuerto.

Como ya nos sabemos esa parte, sea porque la hemos vivido y experimentado, sea porque nos la han contado o porque nos hemos informado previamente, lo importante es que ya sabemos lo que tenemos que enseñar a nuestro paso. Así que, llevar todo listo, no supone nada más que un adelanto. Empieza por separar la comida del bebé en una bolsa aparte que vas a tener que sacar (biberones, papillas, leche, etc.). En otra mochila o bolsa de mano, todos los aparatos electrónicos que vas a tener que enseñar. Olvida el cinturón o quítatelo junto a todas las cosas metálicas que lleves encima y vacía los bolsillos. Por supuesto, ve al aeropuerto con tiempo suficiente, todo preparado y mucha paciencia.

Lo mejor es llevar una indumentaria cómoda, nada de tachuelas metálicas, cinturón, zapatos de punta metálica, relojes de acero o cadenas… esto es más que nada para evitar un innecesario pitido al pasar por el arco.

Separar todas las cosas que tienes que llevar a mano y tener localizadas. La comida de los niños que ya hemos mencionado, las medicinas, los dispositivos electrónicos. Todos estos elementos tienen que pasar por la cinta, los agentes tienen que comprobar lo que llevas, cuanto menos haya que descolocar en el control, mejor. Así que todo separado y colocado.

Por suerte, en muchos aeropuertos, disponen de filas específicas para familias. Localízala y ponte en ella, todo será mas relajado en esa fila ya que los propios agentes de seguridad ayudan a los viajeros en esta situación. Además, suelen disponer de zonas acotadas para dejar a los pequeños mientras preparas el acceso.

SI los niños son todavía bebes o llevan silla de paseo, una alternativa es alquilar las sillas en el lugar de destino. En caso de querer llevar la propia, es mejor contar con una silla por niño, más fáciles de plegar para pasar el control que llevar una gemelar. Estos artículos también deben pasar por la cinta, cuanto más reducidos y fáciles de manejar, mejor.

Preguntar a los agentes del control la mejor manera de proceder en lo que a la comida del bebe respecta, es la mejor opción para evitar desavenencias. Lo más probable es que pidan que pongas todo en la cinta transportadora, aunque se han dado caso en los que han pedido a los padres que prueben el biberón. En una gran mayoría de aeropuertos, existen actualmente, maquinas que determinan la composición de la comida y bebida, facilitando notablemente este paso.

Tampoco es muy frecuente en estos momentos, pero en algunos aeropuertos, ante la llegada de potitos infantiles, piden a los padres que los abran. Mejor en este caso llevar los purés hechos en casa, el zumo natural y los biberones preparados.

Nadie duda de la utilidad de una mochila portabebés o canguro pero, aunque parezca una buena idea para pasar el control, mejor lleva el carrito. Seguramente pidan que te la quites, retrasando la entrada.

En el caso de que los niños sean más mayores, entre los dos y cuatro años o más, puede ser mejor explicarles el proceso y la forma en que tienen que comportarse. Si llevan sus propias mochilas tendrás localizados sus objetos. Hay que pasarlo por la cinta igualmente, pero será mas ordenado.

Si necesitas ayuda para pasar el control, no dudes en pedirla. No eres parte de la primera familia que pasa un control para subir al avión, en los aeropuertos están más que habituados y preparados para enfrentar esta situación.

Lo mejor es tomarse todo este proceso con calma, dejarse ayudar si es necesario y preguntar todo lo que necesites para disipar tus dudas.

Otros aspectos a tener en cuenta

A la hora de preparar el viaje, hay algunos detalles que esta bien conocer de antemano. La mayoría de las compañías aéreas, cobran billete a los bebés, aunque no ocupen asiento. Aun siendo así, no tienen asiento pero si derecho a facturar, algo que va muy bien para acceder al avión y que luego, la sillita por ejemplo, sea llevada a la bodega.

La documentación necesaria de la que hay que disponer es el DNI, aunque no es obligatorio hasta los catorce años. Sin embargo, la mayoría de las compañías lo exigen cuando se trata de vuelos nacionales. En caso de viajar al extranjero, conviene consultar con tiempo suficiente en la comisaria pues las condiciones varían con cada destino.

Dado que la facturación puede ser tan estresante como el paso por el control, puedes tener la posibilidad de sacar las tarjetas online. Elegir las primeras filas para el viaje y los asientos de ventanilla para los niños, es la mejor opción.

Una vez dentro del avión, la mayoría de las compañías disponen de pantallas individuales con canales y películas infantiles en los vuelos de larga duración. Otras ofrecen juegos y dibujos para colorear e incluso aplicaciones para hacer dibujos en tres dimensiones.

Conocer de antemano las zonas infantiles de las que dispone cada aeropuerto, al menos el que nos interesa, es otra de las tareas que hay que llevar hechas. Algunos importantes aeropuertos como el de Madrid, cuenta con distintas zonas infantiles a las que se puede acceder solo con enseñar la tarjeta de embarque. Abren todos los días, y cuentan con una sala de espera con juegos, parque de bolas, audiovisuales e incluso microondas, bañeras para bebé, cambiadores y material de higiene. Para facilitar el transito por el aeropuerto, disponen de sillas de paseo y carritos portaequipajes con sillita para bebés incorporada.

Durante el vuelo puede ser hora de comer o cenar, las compañías permiten solicitar el menú infantil o para bebés en los vuelos de larga distancia. Hay que hacerlo con antelación, suelen estar incluidos en el billete y en algunos casos, se ofrece a los niños comida adaptada a sus gustos y necesidades que se sirven antes de que coman los adultos para que estos, puedan atender a los pequeños.

Viajar en avión, realmente no supone mayor problema que hacerlo mediante otro transporte. En realidad, si nos paramos a pensarlo, viajar en coche, puede resultar en muchas ocasiones más engorroso. Llenar el maletero de cosas de bebe, todo lo que los niños quieren llevar a sus vacaciones y luego, pasar horas con ellos aburridos durante el trayecto, es algo que toda familia ha experimentado. Hacerlo en avión, implica llevar menos equipaje, y para ellos suele ser más divertido, emocionante y ameno.

 

 

 

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