Muchos padres preparan bocadillos con embutidos en las meriendas infantiles, ya que entre los 7 y los 17 años, esta opción está presente en la mitad de las meriendas.
El ‘Libro Blanco sobre Meriendas infantiles’ elaborado por un equipo de dietistas-nutricionistas e impulsado por la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY), informa que la merienda infantil se caracteriza en nuestro país por su «gran aporte calórico y baja calidad nutricional, lo que puede influir directamente en la salud durante la infancia e impactar en la edad adulta y ser motivo de sobrepeso, obesidad, diabetes o patologías cardiovasculares e, incluso, cáncer».
Estos expertos explican que «este momento es una gran oportunidad para mejorar la calidad de la dieta, incorporando alimentos con un perfil nutricional adecuado».
Para la merienda debes elegir alimentos recomendados en la dieta mediterránea. «Una buena combinación sería un lácteo, como el yogur, junto con un poco de fruta, frutos secos… y así ayudar a cubrir los requerimientos calóricos y nutricionales necesarios para el normal crecimiento y desarrollo de los niños», explican los autores del informe.
El doctor De Cangas explican que el yogur «es una buena opción para los niños y jóvenes por su contribución al valor energético total de la dieta y por su aportación de calcio y vitamina D, los cuáles intervienen en la salud ósea, metabólica y función antioxidante».
«El yogur contiene baterias ácido lácticas que ayudan a una mejor digestión del alimento, además de otros beneficios como la acción inmunomoduladora», añade.
Tu hijo puede tomar dos raciones de alimentos lácteos al día, pero apuesta por los yogures naturales. El Libro Blanco también informa que la dieta de los niños y adolescentes españoles se caracteriza por una elevada ingesta proteica y baja ingesta de hidratos de carbono.
«Una alimentación deficitaria puede ocasionar falta de crecimiento, emaciación (pérdida de peso patológica) y un desarrollo inadecuado de los órganos vitales, así como un deficiente funcionamiento del sistema inmune que los haga más susceptibles a enfermedades infecciosas y crónicas a lo largo de su vida», dice el doctor.
Un yogur puede proporcionar un 20% de la cantidad diaria recomendada de calcio, algo especialmente importante para los niños y las personas con riesgo de padecer osteoporosis.
Este producto contiene vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6, B9 y B12), vitamina A y vitamina E. Contribuye al crecimiento de músculos y huesos, porque contiene proteínas séricas y caseína.
También ayuda a reducir la presión arterial alta, favorece el tránsito intestinal, estimula el sistema inmunológico, ayuda a mantener el colesterol en niveles saludables, su consumo se asocia con menor riesgo de padecer diabetes tipo 2, ayuda a fortificar el esmalte, etc.
Te aconsejamos que compres el yogur que cumple la regla 3-4-4, es decir, debe contener aproximadamente un 3% de proteínas, un 4% de azúcares añadidas y un 3% de grasas.
El niño puede merendar un yogur natural con trozos de fruta. También puedes preparar un helado saludable y cremoso con este alimento. Tritura trozos de plátanos congelados, trozos de fresas y un yogur natural. Sirve en vasitos y decora con chocolate sin azúcar.
Si el pequeño quiere merendar o desayunar bollería, opta por napolitanas o croissants con ingredientes naturales. Así, que debes comprar pasteles sin conservantes, sin monodiglicéridos, sin grasas trans y sin aditivos.
Evita la bollería industrial, el periódico digital Okdiario informa que «las grasas que contienen no son saludables. Son productos ricos en grasas trans las cuales provocan enfermedades cardiovasculares entre otras enfermedades graves».
Los dulces elaborados en una pastelería artesanal son más saludables y deliciosos. Los ingredientes básicos de los dulces artesanales son: huevos, harina, aceite de oliva, mantequilla, leche y azúcar.
Todos estos ingredientes son necesarios para la dieta del pequeño. La leche aporta calcio, el huevo aporta proteínas y el aceite de oliva es esencial para el equilibrio del colesterol.
Esto lo saben bien los profesionales de Molí Pan y Café, ya que son expertos en café, pan y bollería saludable. Ellos explican que los dulces artesanos son de alta calidad y no contienen ningún tipo de ingrediente que sea perjudicial para la salud.
Varios estudios han comprobado que los dulces artesanos son menos calóricos que los industriales.
Además, la bollería industrial genera adicción, ya que los azúcares reducen el estrés en el organismo al disminuir los niveles de cortisol en sangre. Si estas estresado y recurres a la bollería, te puedes volver dependiente.
Los aceites vegetales de la bollería industrial no son saludables, son aceites refinados que se les extraen las vitaminas. Recuerda que tu hijo puede consumir pasteles artesanos, pero siempre con moderación y realizando actividad física.