Creo que todos los padres tenemos el famoso día en el que nuestros hijos se tienen que someter a la terrible selectividad o como se le llama ahora, PAU, prueba de acceso a la Universidad. Es ese paso el que pasan de niños a adolescentes. Y no suele ser fácil. En primer lugar porque se lo juegan todo a una carta y de esa carta dependerá su futuro. Además, son unos días complicados, en los que si no estamos a su lado, pueden sacar lo peor de ellos mismos. Os voy a contar mi experiencia con mi hija Sara, que afortunadamente todo salió bien gracias a la colaboración de Pupilos, una academia de selectividad en Sevilla.
Cuando el momento del examen está cerca, queda dar el último empujón, lo que no necesariamente significa martirizarse a estudiar, ya que estamos hablando de una carrera de fondo. Por eso es cuando más tenemos que estar a su lado. Yo notaba a Sara muy nerviosa, se ponía irascible por todo. Así que como me recomendaron en esta academia de estudios en Sevilla lo último que yo podía hacer era meterla más presión.
Decidí echarla una mano facilitándola la vida a la hora de organizarse, ayudándola a establecer rutinas que favorezcan su aprendizaje y le genere una sensación de control de su entorno. Lo principal es no agobiar. Le facilité que pudiera tener las mismas franjas horarias dedicadas para el estudio, el sueño, los tiempos de ocio; así como las horas de la comida y una alimentación sana y completa, eliminado en la medida de lo posible el consumo de estimulantes como el café o el té. Las comidas fueron ligeras. Y por supuesto evité cualquier tipo de ruido en casa.
Nosotros nos tenemos que convertir en el mejor desestresante. Para evitar esto, hay que canalizar el nerviosismo y hacer de él un aliado. El estrés bueno es una sensación positiva que hace que se destierren los sentimientos de ansiedad, angustia y miedo, dando paso a otras sensaciones positivas como la excitación ante el desafío, la satisfacción o el entusiasmo.
Si tus hijos identifican la PAU como una amenaza, tienen muchas posibilidades de abandonarse a los pensamientos negativos. A la hora del examen, son ellos ante el peligro, pero estaría bien aconsejarles por ejemplo en :
- Que lean los enunciados con atención y no precipitarse al contestar. Antes de escribir, es muy recomendable organizar la respuesta en un papel aparte para que quede estructurada de manera clara y ordenada.
- Utilizar sinónimos. Es un recurso muy útil en el caso de que no sepas cómo escribir una palabra correctamente, es preferible utilizar un sinónimo a cometer una falta de ortografía.
- No es bueno dejar preguntas en blanco. Es mucho mejor contestar algo relacionado con el tema aunque no sea específicamente la pregunta a la que te enfrentas.
Las estadísticas dicen que en Sevilla son muchos los alumnos que aprueban , por lo tanto no tienen que tenerle miedo a este reto.
Está claro que la preparación de la selectividad en Sevilla no es fácil, por eso, todos tenemos que poner de nuestra parte. Al final, conseguimos el objetivo, que era obtener la nota suficiente para hacer la carrera que ella quiere. Desde el pasado mes de septiembre ha comenzado a hacer medicina, así que ahora la ilusión es máxima por tener una médica en casa.
Espero que esta historia personal os haya servido de ayuda para poder afrontar mejor el momento en el que vuestros hijos den ese gran paso que supone pasar del instituto a la universidad.