La flexibilidad corporal propia de los niños hasta los seis años provoca que la mayoría de ellos sufra de pies planos.
Un gran porcentaje de este tipo de pie (pie plano flexible) se corrige con la edad: “Todos los bebés, y niños menores de entre 3 y 4 años tienen un pie plano flexible, que tiende a desaparecer de forma espontánea con el paso del tiempo, y no precisa de la ayuda de ninguna medida correctora”, explica Iván Carabaño, jefe de Servicio de pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos-Hospital general de Villalba. Sin embargo, existen casos que si precisan cirugía.
Cualquiera que sea el caso, los padres se preguntan si hay alguna forma de prevenir que los niños tengan los pies planos y como corregirlo en caso de ya haber aparecido la condición.
Algunas medidas preventivas pueden ser caminar de puntillas, andar por la playa y recoger objetos con los dedos del pie, pero ya para hablar sobre las medidas correctivas, debemos comenzar por conocer un poco como funciona la anatomía de un pie plano.
Anatomía de un pie plano infantil
El pie plano se define por la ausencia del arco normal de la planta del pie de los niños. Sin este arco, los niños caminan apoyando toda la planta del pie en el suelo, cuando deberían apoyar solamente la punta, el talón y el borde externo.
Un pie plano se diferencia de uno normal en que el arco que se forma en la planta del pie es más reducido, por lo que la pisada del niño se caracteriza por caer hacia el dedo gordo del pie.
Tipos de pie plano
Pie plano flexible
El pie plano flexible se caracteriza por tener una estructura esquelética normal pero con mucha flexibilidad en sus articulaciones. Por ello, cuando el niño se pone de pie y apoya su peso, el puente se hunde y el talón se desvía hacia afuera. No obstante, cuando se pone de puntillas, vuelve a aparecer el puente y el talón se coloca corregido hacia adentro. Así, la flexibilidad viene dada por se la movilidad de las articulaciones del pie y su capacidad para corregir estos trastornos de alineación.
Éste es el tipo de pie suele ser el más frecuente en el niño e incluso, se considera algo normal durante los primeros años de vida.
Pie plano rígido
Este tipo de pie plano se caracteriza porque existen uniones anómalas entre los huesos del pie, que provocan una deformidad con menor altura del arco longitudinal y una desviación en valgo del talón. Así que, cuando el niño se pone de puntillas, la postura del pie no cambia debido a que la movilidad está bloqueada por la unión entre los huesos.
A su vez, existen dos tipos básicos de unión anómala: entre los huesos astrágalo y calcáneo o entre los huesos calcáneo y escafoides. La primera provoca un bloqueo mucho más rígido y ya representa una condición definitiva que no cambia con la edad.
Causas del pie plano en los niños
Es muy normal que los bebés tengan pies planos. Esto porque la acumulación de grasas, unida a la debilidad de los ligamentos, ocasiona que los pies de los bebés no presenten el arco en su planta. Este, más bien, se va desarrollando poco a poco a medida que la musculatura de los pies del bebé se va fortaleciendo. Luego, a partir de los 2 o 3 años de edad, que es cuando el niño ya lleva uno o dos años caminando, ya podremos comenzar a notar el arco interno en sus pies.
En algunos casos podemos comprobar cómo aparece el arco cuando el niño se pone de puntillas, mientras que en otros, se puede ver es cuando el pie del niño no está apoyado. Lo que tienes que saber es que, tanto un caso como el otro, no está considerado normal, aunque el niño no sienta dolor.
Si el niño presenta dolor de pie, dolor en el tobillo o dolor en la parte baja de la pierna, puede ser síntomas de pie plano. En estos casos, lo más recomendable es consultar con el pediatra para que haga una valoración en donde determine si el niño necesita la atención de un especialista o no. Sin embargo, tendremos que esperar para tener un diagnóstico más exacto cuando el niño empiece a dar sus primeros pasos.
Finalmente, si el pie plano persiste con la edad y no se corrige, esto quiere decir que está producido por una deformidad ósea, “que provoca la unión de varios huesos en el tarso del pie (talón) por un tejido fibroso o bien óseo”, explica Antonio Alonso, médico del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos; y son estos casos los que precisan cirugía para lograr recuperar la pisada normal.
Cómo corregir el pie plano de los niños
Lo primero que hay que hacer es acudir al pediatra para que este pueda detectar si en efecto existe el pie plano. Para esto, el especialista se valdrá de una de las dos siguientes pruebas:
- Test de Jack. Si al subir el dedo gordo del pie del paciente, aparece un talón con forma normal, se trata de un pie plano flexible, que no precisará de ninguna medida correctora.
- Test de Heel Rise —Test de puntillas unilateral—. Si el niño/a se pone de puntillas y el talón queda recto y hacia dentro, se trata de un pie plano flexible, que con el tiempo tenderá a corregirse de manera espontánea.
Sin embargo, si el niño tiene una condición que necesita de algún tipo de tratamiento para su corrección, existen tratamientos sencillos que se basan en la realización de ejercicios que favorecen el fortalecimiento de la musculatura de la planta de los pies, como caminar descalzo por la arena, caminar de puntillas y de talones, hacer movimientos circulares con las puntas de los pies, intentar coger objetos con los dedos de los pies, etc.
Por otro lado, los niños con pies planos, aparte de sentir dolores, también pueden sentir calambres musculares y otras molestias. En dichos casos, el ortopedista puede recomendar, aparte de los ejercicios de fortalecimiento, el uso de plantillas o de calzados ortopédicos para disminuir el dolor.
Solamente en los casos de pies planos rígidos que provocan dolores y alteraciones en la marcha de los niños, es cuando se puede aconsejar un tratamiento quirúrgico. En este supuesto, la edad máxima para corregir este cuadro es a los 15 años, ya que es cuando los huesos de los niños aún están creciendo.
Ejercicios para corregir el pie plano infantil
Si el niño ya es capaz de realizar como mínimo una marcha asistida, tiene un buen nivel de comprensión y una fuerza muscular en miembros inferiores de al menos de 3+/4- en la escala MRC (Medical Research Council), el equipo especialista de la Clínica del Pie Marta García recomienda los siguientes ejercicios para mejorar el apoyo del pie en bipedestación y durante la marcha, y fortalecer los músculos implicados (tibial anterior, tibial posterior, triceps sural, músculos interoseos, flexor largo de los dedos y músculos propios del primer dedo):
Ejercicio 1
- Extender una toalla en el piso
- Colocar la punta de los pies en el borde de la toalla
- Arrugar la toalla con los dedos de los pies
- Repetir la acción 10 veces
Ejercicio 2
- Colocar objetos pequeños redondeados en el suelo
- Pedirle al niño que recoja los objetos con los dedos de sus pies y ponerlos en su recipiente.
- Repetir la acción 10 veces con cada pie
Ejercicio 3
- Colocar una pelota pequeña en el suelo
- Poner la planta del pie sobre la pelota, moverla hacia adelante y atrás, procurando apoyar el borde externo del pie, y recorriendo toda la planta del pie, mientras se flexionan los dedos del pie
- Repetir la acción 10 veces con cada pie
Ejercicio 4
- El niño se coloca de pie con talones juntos y las manos apoyadas en la pared
- Pídele que se ponga de puntillas y mantenga la posición 5 segundos
- Repetir la acción 10 veces
Ejercicio 5
- El niño debe estar de pie, con pies juntos y talones separados y manos apoyadas en la pared
- Pídele que se ponga de puntillas y mantenga la posición 5 segundos
- Repetir la acción 10 veces
Ejercicio 6
- El niño debe ponerse de pie, con los pies juntos y las manos apoyadas en la pared
- Pídele que se ponga sobre los talones y mantenga la posición 5 segundos
- Repetir la acción 10 veces
Calzado para el pie plano infantil
Entre los 9 a 14 meses, que es cuando el niño empieza a querer levantarse solo, a apoyarse en los muebles y en todo lo que pueda para estar de pie, es aconsejable que consideres algunos consejos en cuanto al calzado que el niño debe utilizar:
- Debe ser ligero y hecho de un material poroso
- La suela debe ser plana, flexible y adherente
- Las laterales del calzado deben ser firmes
- La punta del pie debe tener una forma cuadrangular y no estrecha.
También se debe procurar que el tobillo esté libre y que se cambien los zapatos antes de que comiencen a apretarle en los dedos.