¡Navidad, navidad, dulce navidad! Lalalala, lalalala… Imagino que querréis saber por qué estoy tan contenta ¿verdad? Pues sólo os voy a decir una cosa: Andukin.
¿Habéis entrado en el enlace? ¿Habéis visto que cocinas más chulas? Pues una de esas va a ser mía estas navidades ¡YA ERA HORA! Por fin lo que conseguido, por fin. He mirado muchísimas tiendas y fabricantes y creo que me he quedado con la mejor empresa porque mirad qué muebles de cocina en Sevilla tienen. En mi opinión son una maravilla porque te los hacen a medida.
Ya sé que estoy un poco flipada con todo esto pero es que para mí es el mejor regalo de navidad que podían hacerme mi marido y mi madre. Porque el regalo es a medias claro, porque baratito precisamente no es.
Supongo que tanta emoción no es sólo por cambiar la cocina porque habrá muchísima gente a la que cambiar los muebles de la cocina no le haga ninguna ilusión, y lo entiendo, porque para algunos hombres y mujeres la cocina significa trabajo y no es nada divertido. Lo que me ocurre a mí es que adoro cocinar, es mi hobby, y claro, pensar en poder cocinar en una cocina limpia, ordenada con una pedazo de isla impresionante en medio para mí es un sueño que se va a hacer realidad de aquí a un mes.
Os voy a dar un ejemplo, ayer mismo leí un artículo llamado Cocinar contra el frío y hoy, en mi tiempo libre, he estado anotando las recetas que proponía el artículo y buscando nuevas parecidas en Internet y lo he hecho porque me gusta, porque tengo ganas de hacerlas y probarlas y dárselas a probar a los invitados. De hecho a veces pienso que equivoqué mi carrera profesional y en lugar de publicista tenía que haber sido chef.
Mañana voy a probar a hacer la sopa de cebolletas y pollo asado que proponía la receta y ya tengo apuntados para los siguientes días estos platos:
- Crema de calabaza
- Crema de sopas de ajo y boletus
- Caldo de merluza y marisco
Y para Navidad abrid bien los ojos:
ENTANTES: Gazpacho de mandarina con mejillones y langostinos, rollitos de jamón ibérico y cigala con cuscús de cañaillas y maracuyá.
PLATO FUERTE: Pularda Asada (que se parece al pavo)
POSTRE: Natillas de turrón y Strudel de cerezas y requesón.
¿Estáis impresionados? Yo sí, y eso que la idea es mía, jejeje.
Para los niños la cosa cambia porque no podemos hacerles esos menús tan recargados y de sabores fuertes porque no se los van a comer y además pueden hasta sentarles mal a algunos niños que tengan estómagos un poco delicados porque aún no están preparados para esos sabores así que he pensado que a ellos les sacaré croquetas de jamón ibérico con bechamel, muslitos de cangrejo con mayonesa y canapés de patés como entrantes. El plato principal y los postres serán los mismos. ¿Qué os parece? Espero que os haya gustado mi idea y espero que si alguien está tan ilusionada como yo con su cocina nueva lo comparta conmigo. Puede salir una bonita amistad.